Un duelo igualado (1-1) deja abierta la eliminatoria
El campeón, con Messi suplente, reacciona tras un mal inicio
Todosedecidirá en Madrid el 27de febrero tras un partido en febrec ido. El Barça supo levantarse con carácter después de un inicio en el que resultó claramente superado por el equipo de Solari. El conjunto de Valverde reaccionó sin Messi, que sólo jugó la última media hora, y mantiene sus opciones de meterse en su sexta final consecutiva de la Copa del Rey. Para recuperarse el campeón contó con un protagonista tan inesperado como reseñable: Malcom. El brasileño que tantas carencias había enseñado mostró un corazón enorme. Suyo fue el gol del empate. El que sirvió para empatar porque ni Suárez estaba en su mejor versión ni Coutinho, un espectro, aportó nada. Lo contrario que un Arthur omnipresente, un Alba correcaminos o un Semedo pletórico. Lástima para el Barça que empezara mal porque en el tramo central mereció más que el Madrid, que jugó sus bazas y que supo interpretar que Mateu ledejaría pegar.
Sin Dembélé ni Messi, Valverde sorprendió decantándose porMal- compara el flanco derecho. Una banda con novedades pues Semedo confirmó que ya es algo más que una alternativa para Sergi Roberto. Ausente su astro, al Barça le interesaba tener un inicio de partido controlado. Pero el Madrid le propuso todo lo contrario y le sorprendió. Su puesta en escena resultó ambiciosa.
Cuando a los cinco minutos Lucas Vázquez avanzó a los de Solari los madrid is tas ya habían gozado de una ocasión anterior, cuando Kroos obligó a intervenir a Ter Stegen. El alemán desvió ese balón pero nada pudo hacer ante el remate del extremo gallego. La jugada, como otras del Madrid, se fabricó por la banda izquierda, por donde aguijoneaba Vinicius. El brasileño conectó un centro al segundo palo, Alba calculó mal la altura y Benzema se hizo con el esférico. El francés se asoció con Vázquez, que le ganó la posición a Lenglet para marcar.
El Camp Nou, repleto, reaccionó animando. Al público le costó menos levantarse que al equipo de Valderde, que atravesó minutos ded udas. Perdió un balón Raki tic, y Vinicius, en un tres contra uno, pecó de individualista y permitió a Pi qué re- chazar su disparo. A continuación fue un lamentable Coutinho el que regaló un balón al Madrid y Vinicius, qued ejó en el banquillo a Bale, tampoco resolvió.
El conjunto madridista perdonó tras hilvanar transiciones y el Barça, con el orden de un implicado Arthur y volcando su juego ala banda derecha, la de Se medo y Malcom y la que defendía un débil Marcelo, fue recuperándose. El dorsal 14 del Barcelona empezó nervioso y marró una ocasión. El asistente señaló fuera de juego pero si hubiera sido gol y el VAR hubiera tenido que intervenir estaría por ver qué decisión se habría tomado.
Pero Malcom no se escondió y fue provocando faltas y córners. Por eso Piqué tuvo un buen cabezazo quedes vió un defensa y Rakiticr emató después al larguero con latest a tras un saque de esquina. Semedo era de losmejores, también Arthur, y enata que Malcom interveníamás que Suárez, físicamente limitado, y que Coutinho, que permanecía en su habitual modo avión, pero no de vuelo supersónico sino de apa---
PROTAGONISTA INESPERADO
Valverde apostó por Malcom, que niveló el tanto inicial de Lucas Vázquez, y se reivindicó
SIN RENTA PARA EL BERNABEU
El Barça fue superior en el tramo central del encuentro peronopudo remontar y se la jugará en Madrid
gado de la conectividad del móvil.
Siempre podían confiar los barcelonistas en una media hora salvadora de Messi. Antes de que apareciera el argentino empató el Barça, iracundo por la patente permisi- vidaddeMateuanteladurezablanca (Ramos mereció ser expulsado una vez más). Lo hizo el jugador quemásquería, elquemáslo estaba buscando. Sí, Malcom. El inexperto. Al que todos los compañeros echan bronca. La jugada la impulsó Lenglet con un servicio al espacio hacia Alba, que corrió. Forzó la salida de Navas, que dejó el balón suelto. Locazó Suárez, que chutó al palo. El rebote se loquedóMalcom, que se puso el balón en la izquierda y embocó entre un mar de piernas.
Estallaron de euforia el Camp Nouy el futbolista. Era elmomento de los cambios, de Messi, que salió por Coutinho y de Vidal, que relevó aRakitic. También Solari reaccionó dando carrete a Bale y aCasemiro.
Quedaba casi media hora y el Barcelona parecía mejor porque había reaccionado y tenía a Messi. El argentino protagonizó un par de arrancadas que olían a peligro. Pero pronto se comprobó que el crack no estabaalmáximo. ElBarçasemovía con pasión y el Madrid mantenía una actitud contemplativa. Los de Solari sólo produjeron una ocasión clara tras el descanso. B alelad esaprovechó al dar tiempo a Se me do a desbaratar su remate.
El marcador ya no se movió. El 27 de febrero en Madrid, abrónchese los cinturones.