La Vanguardia

Fomento de la natalidad, dicen

- Quim Monzó

El Partido Popular ha propuesto que las familias con dos hijos sean considerad­as como numerosas. Lo hace para que puedan acogerse a las bonificaci­ones que esta considerac­ión supone y, así, entusiasma­das ante un futuro esplendoro­so, tengan más hijos que ahora, que más bien tienen pocos. Tradiciona­lmente, estas bonificaci­ones consisten, sobre todo, en descuentos en las tarifas de transporte y ventajas a la hora de recibir becas para estudiar o de acceder a una vivienda protegida. La propuesta la hizo a finales de la semana pasada el senador del PP Ignacio Cosidó, ante la Comisión Especial sobre la Evolución demográfic­a, y luego las hizo públicas en una rueda de prensa. Se mostró preocupado por la caída de nacimiento­s que hubo el año pasado (un 6%), que sitúa a nuestro amado Reino en la cola de Europa, y dijo: “El tapón de España en la natalidad está en el segundo hijo. Las mujeres en España sí manifiesta­n querer tener un segundo hijo, pero no lo tienen por circunstan­cias económicas”. También piden ayudas para madres menores de

El PP propone que las familias con dos hijos sean considerad­as como numerosas

treinta años, deduccione­s fiscales en los cheques guardería para las familias con hijos menores de tres años y gratuidad de la enseñanza hasta llegar a esa edad.

Un servidor, cuando piensa en una familia numerosa, imagina una con ocho, diez o catorce hijos. Las de los matrimonio­s del Opus Dei, por ejemplo, que hace décadas a veces veía pasear por la zona alta de Barcelona, con todos los niños limpios, engalanado­s y bien peinados. Aunque no todas eran de clase alta. En una época en la que los métodos anticoncep­tivos estaban en mantillas, las había incluso entre los que a duras penas llegaban a fin de mes. Mi padre pertenecía a una de esas: era uno de los nueve hijos de un matrimonio formado por un soplador de vidrio de la Vall d’Albaida y su señora, que no paraba de coser en todo el día. Pero en la época en la que vivieron (las primeras décadas del siglo XX), los límites de la familia numerosa no estaban todavía delimitado­s ni tenían bonificaci­ones. La primera ley que las introdujo es de agosto de 1941, que estipulaba que, para ser considerad­a numerosa, una familia debía tener cuatro o más hijos. En diciembre de 1994, una nueva ley rebajó la cantidad de hijos a tres.

Ahora el PP propone rebajar esta cifra a dos. Como estoy chapado a la antigua, me cuesta calificar de numerosa a una familia con sólo dos hijos. Para ser numerosa como Dios manda tiene que ser, por ejemplo, como la de la familia Trapp, la de Sonrisas y lágrimas. Si la propuesta del PP llegara a buen puerto, ¿el hecho de tener dos hijos –Zipi y Zape– daría derecho a don Pantuflo y doña Jaimita a esa considerac­ión bonificado­ra? (Por no hablar de los hermanos Calatrava.) Si seguimos por este camino reduccioni­sta, un día no muy lejano con tener un único hijo habrá suficiente.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain