Trump, entre conciliador y amenazador
LAimagendeNancy Pelosi, speaker de la Cámara de Representantes, mirando por encima del hombro del presidente Donald Trump mientras este pronunciaba su discurso sobre el estado de la Unión, es un buen reflejo del momento político que vive Estados Unidos. Sentada detrás del presidente, Pelo si lidera la mayoría demócrata que ahora control ala Cámara Baja del Congreso. Talvez por ello, Trump dedicó gran parte de su discurso a llamar ala unidad y a la cooperación bi partidista, sabedor de que sin el respaldo demócrata no podrá sacar adelante su agenda política.
Pero Trump sigue siendo Trump y después de la zanahoria vino el palo. Del tono conciliador pasó a amenazar al Congreso con un bloqueo legislativo si prospera “la ridícula investigación partidista” abierta sobre la implicación de su círculo íntimo en la trama rusa. Volvió a cargar duramente contra la inmigración, prometió que construirá el muro fronterizo y mantuvo los puntos más espinosos de su programa –la espiral arancelaria, nuevas restricciones al aborto y mano dura contra la inmigración irregular–, pero sabedor de que no tiene la mayoría parlamentaria intentó ponerse la piel de cordero afirmando que “podemos curar viejas heridas y construir nuevas coaliciones rechazando la política de la venganza ”. Cantos de sirena que difícilmente convencerán a los demócratas.
Trump intentó revestir su intervención de la mayor solemnidad institucional posible, pero el Congreso reflejaba la fractura política y social que vive el país. Tendió la mano a los demócratas pero sin moverse un milímetro de sus posiciones más maxima listas. Fiel asuman era de ser, se auto elogió al detallarlos éxitos de sugestión económica yen política exterior, tras haber desmantelado en dos años gran parte de llegado de Ob ama, anunció que volverá a reunirse con el líder de Corea del Norte los días 27 y 28 de este mes en Vietnam, reiteró que quiere retirarse completamente de Siria y de Afganistán y expresó su total apoyo a Juan Gua i dó en Venezuela.
Trump no olvida la humillación que le supuso reabrir el Gobierno sin haber obtenido nuevos fondos del Congreso para construir el muro. Pese a ello esta vez se ciñó al guión y olvidó las improvisaciones, lo que no evitó que incurriera en diversas falsedades, engaños y exageraciones, como que EE.UU. es la economía más boyante del mundo o sobre el porcentaje de mujeres trabajadoras en el país.
Trump ha intentado cuadrar el círculo. Su idea de trabajar juntos consiste en que los demócratas respalden su agenda y cesen de investigara su administración, sin ceder él en nada. Guiños estériles al bipartidismo obligado por la nueva correlación de fuerzas en el Congreso que no esconden su peculiar manera de entender la política.