La Vanguardia

La exposición química en el embarazo empeora la salud respirator­ia del bebé

- CRISTINA SÁEZ Barcelona

Sartenes, ropa, productos de higiene personal, juguetes para niños, cajas de pizza. Todos estos productos contienen en su composició­n sustancias químicas, como para benes,ft ala tos y al quilperflu orados, que son capaces de impactar en la función respirator­ia infantil.

Esta es la principal conclusión­de un estudio internacio­nal coliderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por La Caixa, y el Instituto Nacional de Salud e Investigac­ión Médica de Francia (Inserm), que concluye que la exposición prolongada durante el embarazo y los primeros años de vida a de- terminados compuestos químicos –muy habituales en nuestra vida cotidiana–sea socia a una peor salud respirator­ia durante la infancia.

El impacto de estos compuestos en la capacidad pulmonar de los niños tiene repercusio­nes de por vida: los problemas de función pulmonar se relacionan con enfermedad­es respirator­ias crónicas, cardiovasc­ulares, metabólica­s e incluso con muerte prematura. “Por eso es importante detectar riesgos que afectan al crecimient­o pulmonar en la infancia”, señala Martine Vrijheid, investigad­or a de IS Global, quien ha cocoordina­do este trabajo, que publica The Lancet Planetary Health.

Los investigad­ores, en el marco del proyecto europeo Helix, sobre elexposoma­de la primera infancia, analizaron datos deunamuest­ra de 1.033 madres y sus hijos de seis países europeos (España, Francia, Inglaterra, Lituania y Noruega). Midieron un gran número de factores ambientale­s a los que los niños estaban ex puestos desde el embarazo hasta que tenían 12 años de vida, como lapo lución del aire por partículas finas, a ruido, contaminan­tes químicos, metales o disruptore­s hormonales entre otros. También tuvieron en cuenta el estilo de vida de las madres.

Entotal analizaron 85 exposicion­es prenatales y 125 postnatale­s. Examinaron a los niños a los 6 ya los 12 años y observaron que la exposición prenatal a sustancias perfluoroa­lquiladas (PFAS), muy usadas como protectore­s o repelentes de manchas y líquidos, también en electrodom­ésticos, y concreta m en- te de PFOA y PNFA, se asociaban a una pérdida de entre un 1 y un 2% de la capacidad pulmonar de los niños.

“Quizás pueda parecer que son porcentaje­s de reducción de la fun- ciónpulmon ar muy pequeños, pero hayquetene­r encuentaqu­ese trata de los primeros años de vida. Que los efectos son acumulativ­os a lo largo de la vida. Yque anivel poblaciona­l una pérdida del 1% tiene un efecto masivo ”, con si deraVrij he id.

En cuanto a la exposición durante los primeros años de vida, hallaron una asociación más fuerte entre cinco disruptore­s hormonales que se usan como plastifica­ntes, por ejemplo en juguetes. También los parabenos –muy presentes en productos de higiene personal y en cosméticos– afectan la función pulmonar; y el cobre, que la población general toma a través del agua potable y alimentos.

Desde el desarrollo de la química sintética, estamos expuestos a una amplia variedad de factores ambientale­s, desde la contaminac­ión del aire a la del interior de las viviendas debida a los productos químicos usados en la fabricació­n de objetos, ode limpieza.

MENOR CAPACIDAD PULMONAR Losinvesti­gadores detectanun­areducción delacapaci­dad pulmonarde­hasta el2%

LOS RESPONSABL­ES

La contaminac­ión, los plastifica­ntes, los parabenos y el cobre del agua corriente

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