La exposición química en el embarazo empeora la salud respiratoria del bebé
Sartenes, ropa, productos de higiene personal, juguetes para niños, cajas de pizza. Todos estos productos contienen en su composición sustancias químicas, como para benes,ft ala tos y al quilperflu orados, que son capaces de impactar en la función respiratoria infantil.
Esta es la principal conclusiónde un estudio internacional coliderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por La Caixa, y el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia (Inserm), que concluye que la exposición prolongada durante el embarazo y los primeros años de vida a de- terminados compuestos químicos –muy habituales en nuestra vida cotidiana–sea socia a una peor salud respiratoria durante la infancia.
El impacto de estos compuestos en la capacidad pulmonar de los niños tiene repercusiones de por vida: los problemas de función pulmonar se relacionan con enfermedades respiratorias crónicas, cardiovasculares, metabólicas e incluso con muerte prematura. “Por eso es importante detectar riesgos que afectan al crecimiento pulmonar en la infancia”, señala Martine Vrijheid, investigador a de IS Global, quien ha cocoordinado este trabajo, que publica The Lancet Planetary Health.
Los investigadores, en el marco del proyecto europeo Helix, sobre elexposomade la primera infancia, analizaron datos deunamuestra de 1.033 madres y sus hijos de seis países europeos (España, Francia, Inglaterra, Lituania y Noruega). Midieron un gran número de factores ambientales a los que los niños estaban ex puestos desde el embarazo hasta que tenían 12 años de vida, como lapo lución del aire por partículas finas, a ruido, contaminantes químicos, metales o disruptores hormonales entre otros. También tuvieron en cuenta el estilo de vida de las madres.
Entotal analizaron 85 exposiciones prenatales y 125 postnatales. Examinaron a los niños a los 6 ya los 12 años y observaron que la exposición prenatal a sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), muy usadas como protectores o repelentes de manchas y líquidos, también en electrodomésticos, y concreta m en- te de PFOA y PNFA, se asociaban a una pérdida de entre un 1 y un 2% de la capacidad pulmonar de los niños.
“Quizás pueda parecer que son porcentajes de reducción de la fun- ciónpulmon ar muy pequeños, pero hayquetener encuentaquese trata de los primeros años de vida. Que los efectos son acumulativos a lo largo de la vida. Yque anivel poblacional una pérdida del 1% tiene un efecto masivo ”, con si deraVrij he id.
En cuanto a la exposición durante los primeros años de vida, hallaron una asociación más fuerte entre cinco disruptores hormonales que se usan como plastificantes, por ejemplo en juguetes. También los parabenos –muy presentes en productos de higiene personal y en cosméticos– afectan la función pulmonar; y el cobre, que la población general toma a través del agua potable y alimentos.
Desde el desarrollo de la química sintética, estamos expuestos a una amplia variedad de factores ambientales, desde la contaminación del aire a la del interior de las viviendas debida a los productos químicos usados en la fabricación de objetos, ode limpieza.
MENOR CAPACIDAD PULMONAR Losinvestigadores detectanunareducción delacapacidad pulmonardehasta el2%
LOS RESPONSABLES
La contaminación, los plastificantes, los parabenos y el cobre del agua corriente