Ernesto de Hannover, operado de urgencia en plena batalla legal contra su heredero
El príncipe es operado de una nueva pancreatitis en plena batalla legal contra su hijo
A Ernest o de Han no verle han pedido moderación tantas veces como otras tantas él se ha entregado a un estilo de vida marcado por los excesos. Y los excesos no par ande pasarle factura. El marido en la distancia de Carolina de Mónaco( se separaronenel2009, pero siguen casados) ha tenido que ser opera do de urgencia en una clínica austria ca por una nueva inflamación del páncreas.
Elpríncipealemán, de64años, se recupera de la cirugía, pero, según la revista Bunte, sus amigos “están extremadamente preocupados” por su vida, cada día más frágil por sus continuos excesos con el alcohol, que le han causado problemas desde hace dos décadas. Eljefedela casa de los Hannover tiene por delante una larga recuperación, más complicada aún porque su estado de salud es más delicado desde que el pasadomayosufrió una pancreatitis y una hemorragia interna. Tras ser dado de alta, ingresó durante unas semanas en una clínica de desintoxicación de Salzkammergut (Austria) para someterse auntratamiento contra la recaída en el consumo de alcohol. En aquel momento, Ernesto llegó al hospital desubicado y conalucinaciones.
Dos meses antes de este episodio, tuvo que ser trasladado de urgencia aun hospital de Lima durante la boda de su hijo Christian. La familia explicó que Ernesto había sufrido una intoxicación alimentaria, pero la empresa de catering que sirvió la comida en el enlace de Christian de Hannover yAlessandra de Osma lo desmintió. También en la boda del entonces príncipe Felipe con Le tizia, enel2004, el alcohol le jugó una mala pasada al príncipe, y Carolina tuvo que soportar el bochorno de desfilar sola por la alfombra de honor de la catedral de la Almudena, mientras su marido, primo hermanodelareinaSofía, dormía en el hotel tras una juerga nocturna.
La primera vez que el príncipe tuvo una indisposición fue en junio del 2000, tras la fiesta del día internacional de Mónaco en la Exposición Universal de Han no ver. Desde entonces, los comportamientos nada apropiados para un aristócrata de su estirpe –es jefe de la casa real más antigua de Alemania, biznieto del último káiser y primo de Isabel II de Inglaterra–no han cesado.
La noticia de la operación quirúrgica del jefe del acasaGüelf allega en medio de la disputa que este mantiene con el príncipe heredero, Ernesto Augusto, por la propiedad del castillo de Marienburg, situado en Austria. El primogénito de los Hannover, que Ernesto tuvo con su primera esposa, Chantal Hochuli, ha llegado a un acuerdo con el ministerio de Ciencia y Cultura alemánpara ceder este castillo al Estado por un simbólico euro. Pero su padre se niega rotundamente.
Tras un siglo y medio en manos de los Hannover y siete años de negociaciones, el Gobierno se comprometía a quedarse con la fortaleza y rehabilitarla. Sin embargo, el patriarca se o puso tajante mente ala venta de la propiedad que había cedido a su hijo en el 2004. El Gobierno alemán ha tenido que paralizar la operación a la espera de que se resuelva esta disputa familiar.
El marido de Carolina, conocido por sus ataques de furia –uno de sus apodos es “el príncipe paragüazos”–, envió una carta al Gobierno de la Baja Sajonia afirmando que se trata de una compra “indigna e ilegal”. Por su parte, su heredero se defiende asegurando que tiene “derecho en todos los asuntos relacionados con los bienes inmuebles y su inventario. Nohay motivos para especular lo contrario ”, y que había decidido vender el castillo porque la familia, pese aquefiguran entre las principales fortunas de Alemania, no tiene liquidez para afrontar su mantenimiento y rehabilitación –que costaría unos 27 millones de euros–. Alparecer, Carolinaapoyaa su hijastro, pero las complicaciones de salud de su marido podrían dilatar aúnmásesta disputa familiar.
Susexcesosconel alcohol lehancausado problemasdesalud, cadavezmásgraves, desde hace dos décadas