Nada de recortes en rehabilitación
Enestemandato, Barcelona ha hecho una apuesta por la rehabilitación de viviendas; por ello nos ha extrañado el artículo publicado por Jordi Gosalves, presidente del Col·legi d’Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’Edificació de Barcelona (Caateeb), hablando de recortes. Los hechos desmienten sus afirmaciones: las rehabilitaciones en curso, los criterios municipales y los datos.
El Consorci de l’Habitatge de Barcelona, desde el 2010 hasta el 2019, habrá concedidomásde220 millones de euros en subvencio- nes. En el periodo 2010-2015, el gasto medio anual fue de unos 19 millones, mientras que en el periodo 2016-2019 esta siendo de unos 27 millones. Paradójicamente, este incremento de un 40% enelgasto total coincide con un periodo en el que las aportaciones del Ministerio de Fomento y de la Generalitat de Catalunya han bajado del 42% al 24% del total. Por lo tanto, el incremento en las subvenciones a la rehabilitación se explica sólo por las aportaciones del Ayuntamiento, que han pasado de ser del 58% al 76% del gasto total. Recordemos que los municipios no son la administración competente en materia de vivienda y que, en teoría, los gastos del Consorci de l’Habitatge deberían cubrirse en un60% por la Generalitat.
Comunidades de vecinos, empresas y administraciones públi- cas tenemos mucho trabajo conjunto por delante para mejorar en el mantenimiento de los edificios. Entendemos, sin embargo, que son los propietarios los principales obligados y que la Adminis- tración debe concentrarse en ayudar a aquellas comunidades con menor capacidad económica y organizativa. Por ello, la orientación de la política de rehabilitación se ha modificado en estos cuatro años, incrementando el gasto, pe- ro sobretodo dirigiendo éste hacia ciertas zonas de la ciudad y ciertas problemáticas sociales. De ahí la creación de programascomoel de Fincas de Alta Complejidad y el de ayudas a la rehabilitación de interiores. Se ha pasado de una administración que hacía convocatorias general esa una actitud proactiva, que interviene allí donde la rehabilitación esmásurgente.
En el caso de los propietarios que alquilan, se ha condicionado la recepción de las ayudas a que durante cinco años se mantengan los precios, para evitar que las subvenciones faciliten la gentrificación. Además, se está evitando, con la nueva ordenanza reguladora de los procedimientos de intervención municipal en la obras( Orpimo ), que la rehabilitación se convierta en un mecanismo de expulsión de vecinos .¿ O es que al Caateeb ya le parecen bien las malas prácticas, con tal de que los fondos financieros inviertan en rehabilitación?
Para aclarar la referencia al presunto abandonodelas subvenciones a la instalación de ascensores: en los últimos 10 años se ha contribuido ala instalación demás de 2.000 ascensores, con unamedia de 200 al año, que cayó en el pasado mandato y que se ha recuperado en éste, en el que el porcentaje de ayudas (del 50%) se ha mantenido en los barrios más vulnerables.
En definitiva, compartimos que la inversión en rehabilitación de edificios revierte de forma positiva en el bien común y tiene un efecto multiplicador sobre la actividad económica y el empleo, además de la calidad de vida urbana, el ahorro energético y la salud. Sin embargo, negamos que haya habido recortes, sino todo lo contrario, cambios cuantitativos en la inversión y cambios cualitativos en los criterios.
El Ayuntamiento de Barcelona ha incrementado las subvenciones y aporta el 76% del gasto total