Los bebés como solución
Casado reabre un debate que el partido creía cerrado
Casado se muestra partidario de volver a la ley de supuestos de 1985 con el argumento de que existe una relación directa entre el aborto y la sostenibilidad del sistema de pensiones.
En la entrevista que el presidente del PP concedió a Efe no sólo se habló de Catalunya y de la “felonía de Pedro Sánchez” por admitir la figura del relator en la mesa de diálogo entre partidos catalanes. Uno de los asuntos que abordó fue el del aborto y reiteró su intención, hasta ahora no avalada por su partido, de plantear una vuelta a la ley de supuestos, y derogar la ley de plazos que el Parlamento aprobó en la época de Zapatero.
El planteamiento no es nuevo en Casado. Pero sí en el partido, que considera que el consenso logrado entorno a la ley vigente aconseja no cuestionarla. Casado vinculó de alguna forma la necesidad de que haya menos abortos, y por lo tanto más niños, con la sostenibilidad del sistema de pensiones.
El líder popular no es partidario de cambiar la ley de plazos de Zapatero, sino de derogarla “y volver a la ley que tenía cohesión social, que es la que se aprobó con Felipe González y respetó Aznar, que es una ley que no había ninguna necesidad de cambiar”. A su juicio, la izquierda, en su estrategia, “se dedicó a dividir a los españoles” con iniciativas como la memoria histórica, el aborto, la eutanasia, “lo que hace siempre la izquierda radical”.
Por el contrario, explica Casado, él apuesta “por una cultura progresista a favor de la vida”, en un país con un invierno demográfico que pone en riesgo el sistema de pensiones, el sistema de salud, y de prestaciones públicas”.
El líder del PP insistió: “Haríamos bien en este país por dejar de preguntar por la ley del aborto y empezar a preguntar por ayudas a la maternidad, a la conciliación, a la emancipación, a la vivienda, a las ayudas fiscales para tener niños”, porque, si no, está convencido de que “el día de mañana nuestros hijos nos juzgarán con unos ojos de ‘no me puedo creer lo que hacían nuestros padres’, de que llevemos diez años hablando de leyes del aborto, que llevemos tanto dinero invertido y, sin embargo, seamos el segundo país en longevidad y uno de los que tiene la tasa de fecundidad más baja”.
Para justificar su oposición a la ley de plazas habla de su experiencia con su hijo pequeño, que nació a los cinco meses de gestación, y, a pesar de que los médicos creían que no saldría adelante, sí sobrevivió. “Tengo un hijo cincomesino y he visto ecografías desde ese día y no entiendo como un país desarrollado puede defender un aborto libre hasta la semana 20 o 22”. “No puedo entender –añadió–, como, a partir de la semana 20, puede haber barra libre para abortar”, aunque matizó que no habla de prohibición o condena.
Sin embargo, esta posición ha sido muy criticada en el seno del PP, con una mayoría que considera que hay un consenso sobre la ley actual y no hay nada que aconseje su modificación. Los que no son partidarios del cambio consideran que el PP no debe meterse en este jardín, y mantener el consenso social, que no es incompatible con ayudas a la maternidad.
Casado tampoco estaría de acuerdo con el proyecto de ley que elaboró en la anterior legislatura el entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que dimitió cuando Mariano Rajoy decidió no seguir adelante con la iniciativa.
El dirigente popular vincula la reducción de los abortos con el sostenimiento del sistema de pensiones