Déficit disparado
Las estaciones de alta velocidad en España acumulan un desfase de 7.637 millones
Las obras de la estación de la Sagrera acumulan un desviación presupuestaria de más del 500% respecto al coste inicial previsto. La cifra, que supera ampliamente el sobrecoste de otros proyectos de alta velocidad, obedece en parte a errores de planificación.
Cuando sólo se ha ejecutado menos de un tercio de las obras del AVE en La Sagrera, el proyecto acumula ya un sobrecoste del 547%. El convenio inicial firmado por las administraciones públicas era de 335 millones, pero a diciembre del 2016 el presupuesto se elevaba a 2.167 millones, según un informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas. Es una situación semejante a la que se da en las otras 11 ciudades analizadas. La desviación global es de más de 7.637 millones, lo que representa un 186% por encima del importe licitad.
El desvío se debe a errores de previsión y ejecución de las obras, devaluación de los ingresos previstos por la venta de suelos por la crisis o problemas de corrupción, como en la Sagrera. Además, en la estación barcelonesa del AVE las operaciones estuvieron paralizadas durante varios años.
“Las obras tienen un coste, un precio y valen lo que valen. Quizá en el momento de la adjudicación se asignaron con un descuento muy importante respecto al valor real de la obra”, explica el presidente de la Cámara Oficial de Contratistas de Obras de Catalunya (CCOC), Joaquim Llansó. El director de estudios de infraestructuras de la Cambra de Co-
merç de Barcelona, Cristian Bardají, reflexionó que “quizás no se contó con la complicación que representan unas obras que se realizan en un entorno urbano consolidado y que persiguen que se minimice el impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos”.
El informe constata que mientras en el “momento de suscribir los convenios estaba previsto que las actuaciones de integración no generasen déficit”, la realidad es que a 31 de diciembre del 2016 “la necesidad futura de financiación” era de 2.049 millones. Bardají explica que cuando se formalizaron esos convenios se sobrevaloraron los ingresos que se obtendrían con la venta de suelo público para viviendas o equipamientos comerciales. En muchos casos, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria devaluó las expectativas de ingresos. En el propio informe se constata que “el descenso del valor del suelo derivado de la crisis económica” rebajó la previsión inicial de 5.211 millones de diciembre del 2009 a 3.363,91 millones en diciembre dell 2016.
Valencia es la ciudad donde el sobrecoste en valor absoluto es mayor. De los 804,5 millones previstos en el convenio inicial, la obra se presupuesta ya en 2.965 millones. Además ese proyecto, del que sólo se había ejecutado un 17%, tiene un déficit de 1.060
Errores de planificación y ejecución, la crisis inmobiliaria y la corrupción explican el sobrecoste
millones, más de la mitad del desfase presupuestario global. En Barcelona, el déficit es de sólo 55 millones.
El Tribunal de Cuentas se muestra muy crítico con la gestión de las obras: “La definición de las actuaciones incluidas en los convenios interadministrativos y su cuantificación económica adolecen de un adecuado nivel de concreción”. El organismo fiscalizado añade que en la mayoría de los convenios, con excepción de los de las ciudades de Valladolid, Logroño y Vitoria, “no se cuantificaron las actuaciones urbanísticas ni los costes operativos y financieros”.