Ya no nos alimentan migas
Hasta el domingo de la semana que viene, en la Flashpoint Gallery de Washington expone la artista conceptual Jennifer Rubell. La pieza principal es Ivanka pasando la aspiradora, 2019 y consiste en una modelo igualita a Ivanka Trump que va con zapatos de tacones altos y que, tal como el nombre de la obra indica, se dedica a limpiar la moqueta. A los visitantes se les anima a tirarle migas de pan “mientras observan cómo Ivanka aspira de forma elegante toda esa suciedad sin perder su sonrisa impertérrita”. Porque pasar la aspiradora es para ella “sorprendentemente agradable”. La pequeña explicación de la obra que acostumbra a acompañar cuadros y esculturas en los museos es aquí grande: “Ivanka Trump es un personaje con una personalidad pública que incorpora una amplia gama de identidades femeninas: hija, esposa, madre, hermana, modelo, mujer trabajadora, rubia”.
Esta vez la detección de ironía ha funcionado y las feministas han leído estas consideraciones sin inmutarse. Quien sí se ha inmutado es la familia Trump. Los primeros en salir en defensa de Ivanka han sido sus hermanos. Donald Trump Jr dice: “Es triste pero no sorprende ver cómo las autodenominadas feministas lanzan ataques sexistas contra Ivanka Trump. En su mundo loco, el sexismo ya les va bien si hiere a sus enemigos políticos”. Eric Trump dice que su hermana es “una mujer potente que ha hecho más por las mujeres que nadie en Washington”. La respuesta de Ivanka Trump: “Las mujeres pueden escoger entre demolerse unas a otras o fortalecerse entre ellas. Yo he escogido esta última opción”.
Afortunadamente para la salud mental norteamericana, la obra no ha sido censurada y hasta el domingo 17 se puede contemplar con toda normalidad. De no haber sido así, Tatxo Benet habría podido hacer una oferta para incorporarla a su colección Censored. Art i llibertat d’expressió. El martes, Teresa Sesé nos hablaba de ella en las páginas de Cultura. En menos de un año ya ha reunido una cuarentena de obras, desde la inicial, Presos políticos en la España contemporánea de Santiago Sierra, que censuraron en Arco y que es la que hizo que se interesara por el asunto y se sorprendiera de que hubiera tantos casos parecidos. En su colección hay ya la escultura de Ines Doujak Not dressed for conquering, que el Macba retiró hace cuatro años porque mostraba a una campesina boliviana sodomizando a Juan Carlos I; el torero Morante de la Puebla de José Ramón Lozano que ese mismo año vetó el Ayuntamiento de Barcelona; el Franco dentro de una nevera de Coca-Cola de Eugenio Merino, que fue juzgado por ella; el Sadam Husein de David Cerny, flotando dentro de un tanque de agua al estilo del tiburón de Damien Hirst... Además del payaso de McDonald’s crucificado de Jani Leinonen, que no hace mucho el museo de Haifa tuvo que retirar por las protestas de los cristianos. Y así hasta cerca de cuarenta obras. Lo mejor de cada casa. Lástima que Ivanka Trump no pueda estar entre ellas. Que raros son los americanos.
La obra consiste en una modelo igualita a Ivanka Trump que pasa la aspiradora por la moqueta