Barcelona aún padece 100 lugares muy sucios
El Ayuntamiento prorroga su campaña de concienciación: 22 agentes cívicos seguirán diciendo a la gente lo que no ha de hacer
El comisionado municipal de Ecología, Frederic Ximeno, celebró ayer que los servicios municipales de limpieza por fin retiraron el gran contenedor de obra ubicado en la plaza de la Tulipa, en las Les Planes, en el barrio del Rectoret, allá por Collserola. Hablamos del que llegó a considerarse unos cuantos años como uno de los puntos más sucios de Barcelona, quizás el que más. Ximeno detalló que un año atrás el Ayuntamiento señaló 256 espacios especialmente marranos y que tras un intenso trabajo de concienciación ciudadana esta lista es hoy día de un centenar.
Trastos, aceite, gasolina, plásticos, neumáticos, muebles viejos... en la gran bañera la plaza de la Tulipa tiraron siempre de todo. Y tras los incívicos responsables de los vertidos llegaban todos aquellos que trataban de sacar algo de provecho, y también los jabalíes, que terminaban de esparcir
“Tuvimos que quejarnos unos 10 años para que limpiaran la plaza Tulipa”, denuncian vecinos de Les Planes
lo que otros escarbaron... “Tuvimos que quejarnos unos 10 años para que quitaran la bañera, así la llamamos siempre por aquí –detallaron ayer algunos vecinos del entorno–. Estamos muy contentos de que por fin la hayan retirado. Fue todo un regalo de Navidad por parte del Ayuntamiento. Pero todavía tienen que limpiar en profundidad la zona. Todavía quedan algunos restos... Además, dado que el lugar fue un vertedero durante tanto tiempo, aún hay gente que viene a tirar trastos, gente que no es del barrio y se dedica a vaciar casas y esas cosas...”.
El comisionado de Ecología abundó que la veintena de técnicos encargados de decirle a los ciudadanos que eso no se hace ni en casa ni en la calle continuarán su labor. Durante el último año esta suerte de agentes cívicos interpelaron a cerca de 34.000 vecinos y a más de 5.000 comerciantes. No recoger los excrementos del perro, dejar bolsas de basura en papeleras y abandonar cartones y otros embalajes en cualquier sitio son las principales infracciones. Sí, la complicidad entre administraciones y administrados es fundamental. El porcentaje de ciudadanos que riega los orines de sus perros pasó en un año del cuatro al 27.
De todas formas los ciudadanos también hacen sus observaciones al Ayuntamiento. Vecinos de las calles Sant Antoni Abat y Salvadors, en el Raval, denuncian muy habitualmente a través de las redes sociales que este lugar, de tanto en tanto, da asco. Lo atribuyen al incivismo de los responsables de varios comercios de alimentación que abrieron hace poco, y también a la falta de previsión del Ayuntamiento, que no respondió de una manera adecuada al incremento de la actividad comercial. “Los contenedores se desbordan enseguida, y al caer la noche están enterrados bajo una montaña de desperdicios”, denuncian desde hace tiempo estos vecinos cuya indignación a buen seguro se verá multiplicada en cuanto se enteren de que el Ayuntamiento incluye este rincón entre aquellos que mejoraron su estado durante el último año.