Examen final en febrero
El duelo ante el Rayo es una reválida para la continuidad de Rubi
El Espanyol no conoce la victoria en la Liga desde el 4 de enero frente al Leganés. Aquel triunfo fue un iceberg en un océano de derrotas, hasta nueve, que han asolado la confianza del equipo perico y han terminado poniendo en riesgo la continuidad de Rubi como técnico blanquiazul. Tras el angustioso empate ante el Villarreal, el partido frente al Rayo aparece como el salvavidas al que debe agarrarse el técnico para continuar con un proyecto que había generado una enorme ilusión.
Cuando sólo acaba de comenzar la segunda vuelta de la competición, Rubi se enfrenta a un examen final. La victoria es obligada por los malos resultados precedentes, la idiosincrasia del rival, con sólo un punto menos que los pericos (24), y por la necesidad de demostrar que el discurso de recuperación que defiende el técnico en rueda de prensa es creíble.
Urge al Espanyol terminar cuanto antes con la sangría defensiva que le ha llevado a encajar 28 goles en los últimos 11 encuentros. Se exige sumar de tres en tres después de cazar sólo 4 de los últimos 33 puntos, con un balance de una victoria, un empate y nueve de- rrotas. Las coartadas del esfuerzo extra que exige la Copa del Rey, donde el papel del equipo ha sido digno, y las bajas en defensa, se agotan para un partido en el que debe verse la actitud de la segunda parte del partido frente al Villarreal.
Ante esta incómoda situación, Rubi se aleja de dramatismos y recurre a la semántica para no catalogar como final un encuentro que sí califica de “muy importante”. “Se está dramatizando un poco con la situación del equipo, aunque entiendo que la intranquilidad es comprensible. Pero no sólo hemos competido en la Liga”, argumenta el entrenador, que se muestra confiado en que “se acabará viendo al Espanyol del principio de temporada”.
Rubi intenta aplicar realismo a la situación y hace autocrítica al señalar que los malos resultados provienen de una “bajada de rendimiento y de lesiones que restan estabilidad defensiva”. Pero a la vez transmite el convencimiento de que “todo quedará en una anécdota”. “Ganaremos partidos de forma consecutiva más temprano que tarde y acabaremos en una posición muy digna”, sentencia.
Para este tempranero examen final, o partido clave por el calendario –el siguiente duelo será una difícil salida a Mestalla– el técnico ha incluido en la convocatoria a Wu Lei, a Facundo Ferreyra y a Alfa Semedo. Los tres trabajan a contra reloj para contribuir al crecimiento del equipo. A Rubi no se le “pasa por la cabeza” que su puesto esté en juego, pero un suspenso colectivo este sábado podría traer consecuencias individuales.