El Gobierno quiere reducir a tres los tipos de contrato en el 2020
Promueve el sistema austriaco de capitalización para los trabajadores
Pese a las señales cada vez más fuertes del posible acortamiento de la legislatura, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, llevó a la reunión de ayer del gabinete de Pedro Sánchez un informe sobre la anunciada Agenda del Cambio. En este paquete amplio de reformas estructurales para desplegar a medio plazo destaca el capítulo dedicado al mercado laboral: para el 2020 se proponen dejar en tres los tipos de contratos (indefinido, temporal estructural y formativo), así como poner en marcha un sistema de cuentas individuales de capitalización, también conocido como mochila austriaca. Este sistema, cuya implantación se lleva debatiendo desde hace más de una década, se basa en la aportación mediante cotizaciones a un fondo individual que cada asalariado acumula a lo largo de la vida y puede utilizar en situaciones concretas.
La contribución a esta hucha se compensaría con la reducción de los días de indemnización que fija la ley por despido y, en opinión de sus defensores, contribuiría a combatir la dualidad del mercado laboral al reducir las diferencias entre indefinidos y temporales. El sistema, implantado en Austria, busca promover que los trabajadores cambien de empresa, aunque cuando tanto el PSOE como Ciudadanos lo han planteado, se
han topado con la barrera del coste. Las contribuciones a la mochila podrían correr a cargo del empresario, el trabajador o la Seguridad Social. O aplicarse una fórmula mixta. La breve referencia en la Agenda del Cambio sólo alude a una “implantación gradual” y especifica que el asalariado podría usar este fondo en caso de despido improcedente, movilidad geográfica, para formarse o con la jubilación.
La fórmula austriaca ha generado división en el Gobierno en las últimas semanas, ya que era acogida con más entusiasmo por el equipo de Calviño que por el departamento de Trabajo, comandado por Magdalena Valerio. La semana pasada, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, se mostró partidario de aplicarlo en algunos sectores como el de la banca. En todo caso, se remiten al diálogo social para abordar su diseño.
La reducción a tres de los tipos de contratos fue uno de los puntos básicos del fallido acuerdo de investidura de
Pedro Sánchez y Ciudadanos, que después asumió Mariano Rajoy al llegar a La Moncloa de la mano de la formación naranja. Valerio retomó esta simplificación del “menú de contratos” hace unas semanas. Al llevarlo a la mesa del diálogo social, los sindicatos mayoritarios le advirtieron que no entrarían a negociarlo hasta que se aprobara el paquete de medidas ya consensuado.
Precisamente la Agenda del Cambio recoge una de estos cambios legislativos, la introducción del registro horario de la jornada, y la derogación de los puntos clave de la reforma laboral del 2012. Además, para contribuir a reducir la dualidad y la rotación que lastra el mercado laboral, el Gobierno apuesta por favorecer el uso del contrato fijo discontinuo.
Por lo que respecta a las medidas para garantizar la sostenibilidad de la Seguridad Social, se comprometen a incrementar los ingresos y a revisar los gastos, mediante una reforma que debería estar cerrada en el 2024. También hacen referencia a “adaptar los parámetros” del sistema, justo cuando se está discutiendo la posibilidad de extender a toda la vida laboral el periodo de cómputo en el cálculo de la pensión o elevar la edad real de jubilación. A la espera de las nuevas recomendaciones que han de salir del pacto de Toledo, el Gobierno apoya el impulso de los planes de pensiones de empresa.
La Agenda del Cambio plantea reformar la Seguridad Social antes de cinco años