El Messi chino se las sabe todas
Los aficionados al fútbol le damos solemnidad a todo con tal de disimular que es un juego de niños. Dicho esto: disfruté el sábado desde el palco del RCD Espanyol con el debut del Messi chino, Wu Lei, cuyas dotes revolucionarias –revolucionó el partido– son de la escuela pragmática de Deng Xiaoping, padre de la China de hoy.
Wu Lei se las sabe todas aunque empezó mal. Muy mal. Lesionado de gravedad Piatti a los 30 minutos, el míster le ordenó saltar al terreno de juego pero el Messi chino estaba en la inopia y sin espinilleras, lo que demoró el cambio. Y en ese lapso se avanzó el Rayo Vallecano, el equipo más maoísta de Primera.
¿Qué hizo Wu Lei? Salir escopetado al campo y tirarse a la piscina. El primer piscinazo chino del fútbol español. Yo no sé si el árbitro le llamó por su nombre paterno o materno pero no me extrañaría que le dijese:
–Aquí el chino es usted, no me engañe que me llamo Prieto Iglesias.
He mencionado el palco por una razón de calado: donde hay un palco futbolístico en España hay comida abundante.
Para jamón el del palco del Barça, ganchitos los del Europa y buenos callos en el Cornellà de Wu Lei
Ese jamón cortado a cuchillo de Can Barça, los humildes ganchitos del Nou Sardenya y esos callos de Cornellà-El Prat , plato que gusta a los chinos y corría en abundancia. Los chinos deambulan por la zona noble como Pedro por su casa y son la mar de simpáticos.
La segunda parte se presentaba sufridora pero ahí estaban Wu Lei y el Panda, una sociedad inevitable aunque los pandas chinos sólo comen tallos de bambú y son muy delicados y el Panda Iglesias es gallego y le va la marcha. Wu Lei se fue a barraca en el minuto 72 y cayó zancadilleado. El colegiado Prieto Iglesias se hizo el taiwanés, le echó la bronca al Messi chino y no admitió lo evidente: penal de catedral, gentileza del VAR.
Wu Lei demostró temperamento y ansias de triunfar porque a expresivo no le gana nadie. Este ha venido para triunfar y a no dejar indiferencia, como la pimienta de Sichuan.
Uno se pregunta si Wu Lei milita también en el PC de China, con 90 millones de afiliados. Desde el chileno Caszely, autoproclamado “el gerente”, al Espanyol le ha faltado un icono mediático que marque diferencias y de juego a la prensa:
–Xi Jinping ha venido a cambiar el mundo y yo a marcar goles.
Los chinos estan cambiando el planeta porque influyen sin ruido y hoy apoyan a Maduro como el que más pero dejan a los rusos el protagonismo, el malismo y las castañas en el fuego.
El Panda convirtió el penalti en el gol del empate y Cornellà-El Prat se vino arriba. De haber estado el presidente Chen, el hombre invita a callos a la parroquia y más cuando, en el minuto 95, el Espanyol de Wu Lei marcó el tanto de la victoria y todo el mundo se olvidó de las malditas rotondas, que tanto demoran el acceso a este templo del fútbol, la pasión y los callos.