Guerra de nervios en la Moncloa y Ferraz
Con la legislatura a punto de implosión, y a 48 horas de que los presupuestos de Pedro Sánchez salten por los aires, la hipótesis de que las elecciones se precipiten al próximo mes de abril volvió a provocar ayer una guerra de nervios en la Moncloa y en Ferraz. Dirigentes del PSOE atribuyen al propio jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo, haber echado a rodar la hipótesis del 14 de abril, aniversario de la proclamación de la II República. En la Moncloa y Ferraz todos los escenarios del adelanto electoral están encima de la mesa desde que Sánchez llegó a la Moncloa. La idea del 14 de abril, como fecha simbólica, tampoco es nueva: algunos alcaldes del PSOE la esgrimen “desde hace tiempo”. Pero el “pinchazo” que en la Moncloa y Ferraz atribuyeron a la manifestación del PP, Cs y Vox del pasado domingo, reactivó ayer esta hipótesis, como alternativa al “superdomingo” del 26 de mayo en que podrían coincidir generales, autonómicas, municipales y europeas. Sigue sin descartarse, tampoco, septiembre u octubre. “Todo es posible”, insisten en el Gobierno y el PSOE. Nadie se atreve a poner la mano en el fuego ante la decisión final de Sánchez, pero todo son nervios. Desde la Moncloa y Ferraz, no obstante, se quiso rechazar “totalmente” el 14 de abril. Pero nadie pudo descartar, en cambio, que las elecciones anticipadas se vayan a convocar para dicho mes de abril. Dirigentes del PSOE advierten que existe “una guerra abierta” entre Iván Redondo y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Unos dirigen sus críticas a la vicepresidenta, por la confusión del “relator” aceptado para una mesa de partidos sobre las soluciones políticas para Catalunya, lo que al final acabó con la suspensión de las negociaciones con el Govern de la Generalitat por orden del propio Sánchez. Y también hay miembros del Gobierno y de la dirección del PSOE que atribuyen a Redondo demasiada autonomía en la toma de decisiones y al margen del partido, lo que no hace sino añadir nervios y confusión interna. En la Moncloa, eso sí, celebraron ayer que Felipe González se retractara de sus duras críticas al presidente del Gobierno: “Pedro Sánchez ha dicho que las condiciones de los independentistas son inaceptables y eso me parece bien”. “Defiendo a Sánchez”, se corrigió. Además, el presidente valenciano, Ximo Puig, se desmarcó de Emiliano GarcíaPage o Javier Lambán y apostó por el diálogo para resolver el conflicto catalán.