Para alquilar sillas, cantaba La Trinca
Hasta ahora, en Ikea lo máximo que puedes alquilar es una furgoneta. Como los muebles se embalan en paquetes más o menos planos, lo habitual es llevártelos a casa dentro de tu coche, pero si lo que has comprado es demasiado grande y no te cabe por más que te esfuerces, ofrece también un servicio de alquiler de furgonetas Hertz. No conozco a nadie que lo haya utilizado nunca, porque en la puerta de las tiendas de Ikea siempre hay señores la mar de dicharacheros a punto para llevártelo ellos inmediatamente (contigo de copiloto para indicarles el camino hacia tu casa) en sus furgonetas, que evidentemente no tienen ningún tipo de permiso para hacerlo y que te cobran en negro.
Ahora podrás alquilar más cosas. Podrás también alquilar los muebles. No hará falta que compres la estantería Fjällbo o el sofá Grälviken y que te los quedes de por vida. Los alquilarás durante un periodo de tiempo determinado y, cuando decidas que ya los tienes demasiado vistos, los devuelves y te llevas otros modelos, que durante un tiempo, por lo de la novedad, te alegrarán el paisaje cotidiano. Los muebles que habrás
Sillas, sofás, estanterías, armarios, camas, lámparas... todo lo podrás alquilar en Ikea
devuelto, Ikea los revisará, los reparará si es necesario y los volverá a poner en el mercado para que los utilice alguien con la misma ilusión que tú cuando los estrenaste.
Dicen que la iniciativa está pensada sobre todo para los jóvenes, que –según leemos día si día no en la prensa– no tienen la idea de poseer tan arraigada como los mayores. Aunque algunos se hipotecan, la mayoría prefiere vivir de alquiler. Han crecido sin comprar CD de música ni DVD de películas o teleseries, porque saben en qué software de música escucharlas o en qué plataforma verlas. En cada vez más casas, los CD y los DVD son residuales. Hay cuatro y porque todavía no se han decidido a tirarlos, pero no sienten la necesidad de tenerlos físicamente. Con los coches la cosa va de otra forma. Son los jóvenes los que tienen, porque la energía que les supura por los poros hace que no paren de ir de un sitio a otro, y en cambio somos los viejos (sobre todo los que vivimos en ciudades) los que nos planteamos si tiene lógica tener coche de propiedad si cada vez salimos menos y, si cada tantos meses necesitas uno, puedes alquilarlo durante un día, dos, tres, una semana o un mes, y así te ahorras los gastos anuales: el seguro, las revisiones, las reparaciones, la ITV y el impuesto de circulación.
La iniciativa de Ikea de alquilar muebles será un éxito. De hecho ya lo es ahora mismo. Porque el objetivo de esa idea es dejar claro que están muy a favor de la sostenibilidad y que respetan mucho el medio ambiente. Es lo que ahora toca, y lo que permite una jugada de marketing de primera magnitud. Basta ver los millares de noticias y reportajes que Ikea ha conseguido en todo el mundo incluso antes de poner la iniciativa en marcha. Aunque luego –tras la prueba piloto que empieza este mes de febrero en Suiza– decida dar marcha atrás, esa publicidad gratuita ya no se la quita nadie.