La Vanguardia

El empleado del club saca carácter

Solari despertó recelos pero se ganó a la plantilla por hacer jugar a los más en forma

- CARLOS NOVO

Santiago Solari se ha ganado en sus casi cuatro meses al mando del equipo blanco el respeto de todos. Recibido con cierto recelo por los jugadores, que veían en el técnico argentino a un hombre que venía a trasladar al terreno de juego las directrice­s emanadas de la junta directiva, una serie de decisiones controvert­idas tomadas al principio tambalearo­n su posición, pero ahora la buena racha de juego y resultados le ha consolidad­o.

A día de hoy nadie duda que Solari ha demostrado carácter y personalid­ad. En su primera rueda de prensa, la víspera de jugar ante el Melilla, cuando se le preguntó cómo iba a jugar el equipo, dio una respuesta que sorprendió para alguien al que se tenía por un intelectua­l: “Con dos cojones”.

Nunca más volvió Solari a soltar un exabrupto parecido. Sí ha mantenido algunas constantes de aquella primera intervenci­ón, las más claras convertir todas las ruedas de prensa en un aburrimien­to y no dar una sola pista sobre el once que planea. Y se ha ganado a la plantilla por algo que siempre valora todo vestuario: juegan los que están mejor, no los nombres.

Del análisis del Madrid de Solari la primera fijación es el mantenimie­nto del 4-3-3 . Su primera decisión técnica fue acabar con el debate de la portería. Courtois es el portero de la Liga y la Champions y Keylor Navas el de la Copa. Ambos han respondido a buen nivel.

Respecto a los jugadores de campo las dos decisiones más arriesgada­s de Solari han sido la apuesta por Vinicius y la marginació­n de Isco. En el caso del joven brasileño Solari jugaba con red por varios factores: la postergaci­ón de Vinicius fue una de las causas de la defenestra­ción de Lopetegui (sólo le dio 24 minutos), lo conocía del Castilla y, además, Bale estaba lesionado. Con el retorno del galés hace quince días Solari ha seguido siendo fiel a Vinicius. Bale estuvo de salida en el banquillo en el Camp Nou y en el Metropolit­ano.

La marginació­n de Isco ha sido el tema más espinoso y que más dolores de cabeza le ha dado a Solari. Nadie sabe muy por qué ha caído en desgracia el malagueño, pero se sospecha de su falta de motivación en los entrenamie­ntos y algún que otro desplante en las redes sociales. Los números le han acabado dando la razón. Las pocas veces que Isco ha sido titular el equipo lo ha notado para mal. Otras dos decisiones de Solari se han revelado un acierto: darle la banda derecha a Lucas Vázquez y convertir a Marcos Llorente en el suplente fiable de Casemiro. El talón de Aquiles puede ser el no haber acabado de relegar a Marcelo en beneficio de Reguilón, claramente en mejor forma. La mala actuación de Marcelo en el Camp Nou parece haber condenado definitiva­mente al lateral brasileño, algo que se verá mañana en Amsterdam.

Más allá de decisiones técnicas otro de los aciertos de Solari es haberle devuelto el mando de la parcela física a Antonio Pintus, el preparador físico de Zidane. Desde entonces, el equipo acaba los partidos mucho más entero.

LAS CONTROVERS­IAS DE SOLARI Marginar a Isco y no relegar del todo a Marcelo han sido las dos decisiones más polémicas

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SUSANA VERA / REUTERS Santiago Solari da instruccio­nes a Kroos, el pasado sábado

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