Emilio Lara
Emilio Lara obtiene el galardón con ‘Tiempos de esperanza’
NOVELISTA
Tras haber debutado en la novela hace tan solo tres años, este jienense ganó ayer el premio Edhasa de Narrativas Históricas con Tiempos de esperanza, su tercera obra, sobre la historia medio legendaria de los niños cruzados de Francia.
A principios del siglo XIII, un pastorcillo, Esteban de Cloyes, se presentó ante el rey de Francia para decirle que se le había aparecido Jesucristo y le había entregado una carta para él. En la misiva, el monarca era conminado a emprender una cruzada hasta Jerusalén. Tras diversas peripecias, parece ser –o tal vez no fue así exactamente– que un grupo de ¿miles? de niños, comandados por el pastor, recorrió toda Francia, sin llevar ni una sola arma, porque el hijo de Dios les dijo que con su pureza convertirían a todos los musulmanes que allí se encontraran. “Y, al llegar a Marsella, ¿cómo cruzaréis el mar?”, les preguntó el rey. “Se nos abrirán las aguas, como a Moisés en el Mar Rojo”.
Con esos mimbres, a caballo entre lo legendario y lo real, el andaluz Emilio Lara (Jaén, 1969) ha ganado la segunda edición del premio Edhasa de Narrativas Históricas –dotado con 10.000 euros– por la novela Tiempos de esperanza, que se publicará el 18 de marzo. La trama da inicio en 1212, cuando la tropa de niños cruzados atraviesa Francia. Entre ellos se encuentra Juan, hijo de un noble castellano asesinado, uno de los personajes principales. Otra ubicación clave de la trama es Sevilla, donde el califa Almohade al-Nasir prepara su marcha sobre una atemorizada Roma, para cumplir la promesa que un día realizó ante el Corán: “El Vaticano y sus fuentes serán el abrevadero para mis caballos”.
El episodio de los niños cruzados, explicó el autor, “me persigue desde la universidad, cuando lo conocí, y los expertos han apuntado algunos hechos reales que pudieron motivar el mito”.
Para Lara, su novela “es la historia de varios fanatismos cruzados” y en ella ha dado importancia a los personajes femeninos, pues “las mujeres vivieron una breve etapa, en el siglo XIII, en la que pudieron desempeñar ciertos roles de importancia, luego ciertamente eclipsados en la baja edad media”.
Para el jurado, la obra premiada es “una novela coral con una estructura admirablemente resuelta” que “consigue desarrollar varias intrigas paralelas, con personajes siempre vivos y bien trazados y en distintos escenarios”.
Lara, antropólogo y profesor de instituto, irrumpió no hace mucho en la literatura, primero con La cofradía de la Armada Invencible (2016), obra ambientada en 1588, y luego con El relojero de la Puerta del Sol (2017), que sucede en el siglo XIX y se basa en José Rodríguez Losada, el hombre que construyó el célebre reloj de la madrileña Puerta del Sol, el que aún da las campanadas de fin de año. Ambos títulos están publicados en Edhasa.
En su primera edición, el año pasado, el galardón fue a parar a la obra Laín. El bastardo del gallego Francisco Narla, ambientada también en el siglo XIII y protagonizada por un muchacho que emprende un tortuoso viaje para conseguir el reconocimiento de su padre, extraviado en las históricas cruzadas.
Uno de los miembros del jurado, Santiago Posteguillo, excusó su presencia “por razones obvias”. Ha ganado el último premio Planeta de novela, con Yo, Julia, una de romanos que encaja como un guante con los requisitos del joven premio a cuyo jurado pertenece, junto a los periodistas Jacinto Antón, Mari Pau Domínguez y Sergio Vila-Sanjuán, el escritor Carlos García Gual y el editor de Edhasa, Daniel Fernández.