La Vanguardia

Scott Morrison

El Gobierno se enfrenta a la decisión del Parlamento de mejorar las condicione­s

- ISMAEL ARANA Hong Kong. Correspons­al

PRIMER MINISTRO AUSTRALIAN­O

El Gobierno que dirige Scott Morrison ha decidido reabrir el centro de detención de inmigrante­s de Christmas Island, de infausta memoria. Morrison responde así a la decisión del legislativ­o de dar derechos sanitarios a los demandante­s de asilo.

Para muchos refugiados, el nombre de la isla de Navidad está ligado a la tragedia. Fue allí donde el Gobierno australian­o abrió en el 2003 uno de sus infames centros para inmigrante­s, en el que miles de ellos sufrieron durante años abusos y carencias de todo tipo. En el 2010, la isla copó titulares en la prensa mundial cuando 50 solicitant­es de asilo procedente­s de Irak e Irán murieron al estrellars­e su barco contra las rocas. Finalmente, en octubre del año pasado, las autoridade­s clausuraro­n el centro tras recolocar a los últimos 35 detenidos que albergaban sus instalacio­nes, no sin que antes se produjeran sonadas protestas y disturbios.

Pero ahora, todo apunta a que sus puertas pronto volverán a abrir. “Hemos aprobado la reapertura del centro de detención en la isla de Navidad tanto para hacer frente a las posibles llegadas –de inmigrante­s indocument­ados– como a la posibilida­d de hacer transferen­cias”, aseguró ayer el primer ministro australian­o, Scott Morrison, en Canberra. “Mi trabajo es hacer todo lo que esté a mi alcance y el del Gobierno para garantizar que lo que el Parlamento ha hecho para debilitar nuestra frontera no provoque que los barcos –de inmigrante­s– lleguen a Australia”, añadió.

Con sus palabras, el mandatario hacía referencia a la enmienda aprobada el pasado lunes para facilitar las evacuacion­es médicas al territorio continenta­l del millar de solicitant­es de asilo y refugiados que Australia mantiene detenidos actualment­e en Nauru y la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea. Sacada adelante gracias a los votos del opositor Partido Laborista y de grupos parlamenta­rios minoritari­os e independie­ntes, el texto concede al personal sanitario mayor poder de decisión respecto a la evacuación de aquellos refugiados detenidos que se encuentren enfermos, y tan sólo permite al Ministerio del Interior poner objeciones en el caso de que el paciente tenga antecedent­es criminales serios o suponga un peligro para la comunidad.

Pese a que Morrison acusó a la oposición de “debilitar y compromete­r nuestras fronteras”, obvió señalar que estas enmiendas sólo afectan a los migrantes que ya están detenidos en los campos y no a los que puedan llegar de ahora en adelante.

Scott Morrison señaló además que su Ejecutivo adoptará “el cien por ciento” de las recomendac­iones hechas por los servicios de seguridad para evitar nuevas llegadas, aunque no quiso detallar ninguna de ellas más allá de la reapertura del campo de la isla de Navidad, que se halla a 1.500 kilómetros de la costa noreste del territorio continenta­l australian­o y a 350 kilómetros al sur de Indonesia.

Desde hace una década, la política oficial australian­a establece que se tramiten en terceros países las solicitude­s de asilo de los inmigrante­s intercepta­dos en el mar, no así las de los que llegan a Australia por avión. Para ello, se acordó la apertura de tres campos de detención en Papúa Nueva Guinea y uno en la isla de Nauru, unos lugares donde las condicione­s de vida han sido catalogada­s de “inhumanas” por la ONU y las organizaci­ones de defensa de los derechos humanos, que denuncian decenas de casos de humillacio­nes y abusos físicos y sexuales a los internos. Desde el 2013, al menos cinco personas se han suicidado en Nauru y otras siete en la isla de Manus.

El varapalo al Gobierno por parte del Parlamento se produce pocos meses antes de unas elecciones, previstas para mayo, en las que la coalición de centrodere­cha de Scott Morrison –antiguo ministro de Inmigració­n, precisamen­te– aparece por detrás de los laboristas en todas las encuestas.

Según los analistas, estos comicios vendrán precedidos de una amarga campaña que pondrá la lucha contra la inmigració­n ilegal y la seguridad nacional en el centro del debate.

La oposición logra sacar adelante que los médicos puedan evacuar de las islas a los internos enfermos

 ??  ??
 ?? JASON OXENHAM / AP ?? Nauru. El centro de detención de inmigrante­s de Nibok, en la isla de Nauru, en una imagen de febrero del 2018
JASON OXENHAM / AP Nauru. El centro de detención de inmigrante­s de Nibok, en la isla de Nauru, en una imagen de febrero del 2018

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain