La UE incluye en una lista negra a Arabia Saudí, la gran rival de Irán
Varsovia que “el foco es Irán”. Y ayer el abogado del presidente Trump y exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, se dirigía a un grupo de integrantes de los Mujahedin Khal, el grupo opositor más odiado no solo por el régimen iraní sino por la mayoría de la población como consecuencia del apoyo que dieron a Sadam Husein durante la guerra irano-iraquí de los años ochenta. Este grupo, junto a otros grupos radicados en el extranjero, organizaron varias manifestaciones en Varsovia en contra de Irán.
No es gratis que un buen número de socios de la UE hayan enviado delegaciones de bajo perfil a una cumbre que, sobre el papel, es de gran interés para el continente europeo. Los ministros de países con buenas relaciones con Irán como Líbano, Irak o Turquía tampoco tenían planeado acudir a la cumbre.
Irán se ha convertido en uno más de los temas en discordia entre el Gobierno de Washington y sus aliados europeos desde que el presidente Trump decidiera retirar a Estados Unidos del acuerdo firmado en el 2015 por el que Irán se comprometió a detener por más de una década su programa nuclear. Desde entonces la mayoría de países europeos han estado intentando salvar el acuerdo y crear mecanismos que permitan a Irán hacer transacciones en ciertos sectores, especialmente con énfasis en aspectos humanitarios. El propio anfitrión de la cumbre, el ministro polaco de Exteriores, Jacek Czaputowicz, afirmó en conferencia de prensa que Polonia acepta el acuerdo y lo considera “un elemento valioso”.
Precisamente ayer la Comisión Europea se alejaba aún más de las posiciones de Washington al incluir a Arabia Saudí –el gran rival regional de Irán– en una lista negra de países que no controlan la financiación del terrorismo ni el lavado de dinero. La lista implica a 23 países, después de que fuera renovada a finales de enero, e incluía ya a Irán. La iniciativa, que inquietó a los más estrechos socios comerciales del reino saudí en Europa, se entiende como una consecuencia del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul.
El presidente iraní, Hasan Rohani, aseguró ayer que Teherán negociará con cualquier país que quiera hablar de un tema específico siempre y cuando se respeten las leyes y la gente de Irán. “Pero no aceptaremos presión, fuerza y el pisoteo de nuestros derechos”, advirtió.
Rohani tiene programado viajar hoy a Sochi (Rusia), donde se reunirá con Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan en el marco de las negociaciones de Astaná que se llevan cabo para buscar el fin de la guerra de Siria.