Podemos, tras apurar la mediación, ve inevitable la disolución de las cámaras
Esta vez no salió. Como en mayo del 2018 con ocasión de la moción de censura, el grupo confederal de Unidos Podemos y el PNV fueron los actores más activos en tratar de salvar los presupuestos generales del Estado de la enmienda a la totalidad, pero las llamadas y documentos que se movieron intensamente en las últimas horas tropezaron con el escepticismo del Gobierno y las reticencias tanto de Carles Puigdemont como de Esquerra Republicana. De nuevo, contactos discretos del líder de Podemos, Pablo Iglesias, y del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, trataron de salvar in extremis la votación de los presupuestos. Pero esta vez no pudo ser. Así que Unidos Podemos se conjuraba ayer para poner en marcha la maquinaria electoral.
“No le va aquedar otro remedio al Gobierno que convocar. Asumo va a haber elecciones”, señalaba Irene Montero, portavoz del grupo confederal de Unidos Podemos, En Comú, En Marea. Montero no dejó de hacer un balance del doble significado de lo que acababa de ocurrir en la votación presupuestaria. De un lado, en términos sociales: “La devolución de los presupuestos es una mala noticia para los millones de personas que iban a ver mejoradas sus condiciones de vida de forma inmediata con estos presupuestos”. Y de otro, en términos políticos: “Esta votación ha hecho patentes cuáles son los límites del PSOE para gobernar en solitario”. Y de ahí a la conjura para afrontar las elecciones en unos términos de encrucijada de país: “Ahora, estamos preparadas para que la España feminista, fraterna y democrática gane unas elecciones generales y haya un gobierno de progreso, sólido que sea capaz de no ceder ante los reaccionarios”.
El caso es que la votación del grupo confederal de Unidos Podemos, tras las intervenciones en el pleno de Alberto Garzón, Joan Mena y –quizá la más dura de las oídas ayer– Yolanda Díaz, fue accidentada. La diputada de los comunes Marta Sibina ya había anunciado
Las diputadas Marta Sibina (En Comú) y Alexandra Fernández (Anova) votaron a favor de las enmiendas
que mientras estuviera retenido el barco de Open Arms, no apoyaría los presupuestos. De otra, Alexandra Fernández, miembro de la corriente nacionalista Anova, próxima al independentismo catalán, también se saltaba la disciplina de grupo y votaba a favor de las enmiendas a la totalidad. El grupo gallego liderado por Yolanda Díaz, había sido muy beligerante con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por la mejora de la inversión pública en Galicia. El martes, el grupo pactó con la dirección gallega de En Marea votar a favor de confiar en el compromiso de Montero de mejorar las cuentas para Galicia en el trámite de las enmiendas. Pero ayer, instantes antes de subir Díaz a la tribuna, la dirección gallega que encabeza Luis Villares cambiaba de opinión y ordenaba en mitad del pleno cambiar el sentido del voto. Pero sólo Alexandra Fernández hizo acuse de recibo de la atropellada rectificación.