Sant Joan Despí expropia su emblema de la burbuja
El Ayuntamiento alzará en dos bloques abandonados por la crisis y a medio construir 115 viviendas de protección
El emblema de la burbuja inmobiliaria en Sant Joan Despí: dos grandes edificios abandonados a los pies del parque de la Fontsanta se convertirán en vivienda protegida. Los vecinos le llaman el esqueleto, pues únicamente se llegó a construir la estructura. Hace casi una década, las tres empresas constructoras dejaron el proyecto a medias por la crisis económica. Desde entonces este enclave, en el que estaban previstos pisos de lujo y espacios comerciales, es un verdadero dolor de cabeza. El recinto estuvo muchos años sin seguridad y dos personas murieron en su interior.
Harto de esperar soluciones que nunca llegan, el Ayuntamiento ha decidido tomar cartas en el asunto. “Hemos aprobado por unanimidad una modificación del Plan General Metropolitano (PGM) para convertir el suelo en vivienda de protección oficial. Si la propiedad no la construye, procederemos a la expropiación para alzar 115 pisos protegidos”, anunció ayer el alcalde, Antoni Poveda.
“El coste de la expropiación puede rondar los 6,5 millones de euros y luego deberemos hacer los pisos. Es una operación importante para un Ayuntamiento pequeño”, remarcó el socialista, primer edil de una localidad de 34.084 habitantes. “Hace falta vivienda accesible para la ciudadanía”, argumentó. Poveda reconoció que aunque el plan que creará vivienda social en unos terrenos con 10.000 m2 de techo máximo residencial está “por definir”, es posible que “la mayoría” sean en régimen de compra para buscar el “equilibrio presupuestario”.
Tras la quiebra de uno de los propietarios, el 56% de los derechos hipotecarios están en manos del llamado banco malo. “La Sareb debe facilitar la operación”, consideró el alcalde de Sant Joan Despí.