En busca de abundancia
El hipermercado más grande de Colombia, símbolo para los venezolanos en Cúcuta
La creciente escasez de productos básicos en Venezuela empuja a miles de ciudadanos a cruzar a diario la frontera colombiana para abastecerse.
Para los miles de migrantes venezolanos que llegan a Cúcuta tras abandonar las ruinas de la economía venezolana, el gigantesco hipermercado Éxito es un símbolo potente. Integrante de la primera cadena de grandes superficies de América Latina, es una cornucopia del consumo, rebosante de todo lo que escasea en Venezuela. No falta nada.
En la entrada hay un Dacia Sandero, asequible para la nueva clase media colombiana pero inalcanzable para un venezolano. Es más, hay repuestos; no hacen falta alambre y gomas como en Venezuela.
Detrás, una selección de ordenadores para los que, como aquel estudiante entrevistado en Caracas, sueñan con “un país en el que pueda usar Spotify y ver Neftlix”. Al fondo, unas enormes pantallas de plasma con imágenes de un casa que parece el palacio de Disneylandia.
Pero los productos mas alucinantes para a un venezolano recién llegado son los montones de bolsas de arroz, azúcar y harina. Estos sí son bienes de lujo al otro lado de la frontera. Sin hablar de la farmacia donde abundan los medicamentos cuyo desabastecimiento en Venezuela ya es una cuestión de vida o muerte.
“Yo trabajaba por mi cuenta, hacía repostería, hacía tortas con queso, de vainilla, de chocolate; tenía mi propio horno en casa pero hay escasez y es difícil hacer pasteles sin harina y azúcar”, dice Jane Oropesa, de 26 años. Embarazada de cinco meses, empuja un carro lleno de harina, huevos, arroz y unos litros de aceite. Vino hace dos meses desde Caracas. “Donde vivía yo, en el Junquito (un barrio popular) vas a una panadería y no encuentras nada”.
Jane vive ya en Cúcuta con su marido, tres hijos y su madre. “Mi madre tuvo que venir porque no hay medicamentos para su glaucoma ”. Dará a luz en un hospital público en Cúcuta. “En Venezuela los hospitales no tienen nada, ni gasas”.
El Consejo Noruego, una de las organizaciones que proporciona ayuda humanitaria , paga a esta familia de seis miembros durante tres meses un bono mensual de 96.000 pesos (unos 25 euros) a gastar en el supermercado.
Jane no está híperpolitizada ni tiene prejuicios de clase como muchos opositores. Pero apoya a Guaidó y achaca los problemas de Venezuela al “mal gobierno”. Es el perfil más común en Cúcuta .
La abundancia en el supermercado Éxito contrasta con una escena en Caracas unos días antes. Una larga cola de gente esperaba en un colmado en Sabana Grande. ¿Por qué? “Porque hay azúcar y en los supermercados hace años que el azúcar no aparece”, respondió Mari Flor Pazo, que ya no sale de casa después las cinco de la tarde tras ser asaltada con armas tres veces.
El azúcar es un buen símbolo del colapso de la economía venezolana. Al otro lado del puente, en el municipio de Ureña, pueden verse las ruinas del ingenio azucarero más grande del país, Cazta. “Ya sólo sirve como prostíbulo para los paramilitares”, dijo Daniel Méndez Díaz, un analista venezolano de la Universidad Libre en Cúcuta.
En Ureña un kilo de azúcar cuesta unos 7000 bolívares, 2,5 euros, más de lo que gana un trabajador de salario mínimo en una semana. En Éxito cuesta 6000 pesos, 1,5 euros, y el salario mínimo colombiano es de unos 250 euros al mes.
Por el puente de Cúcuta hay tráfico en los dos sentidos pero sólo peatonal ya que la frontera está cerrada para vehículos. Los que entran en Venezuela van cargados de azúcar,
Los productos más alucinantes para un venezolano son los montones de bolsas de arroz, azúcar y harina