LAS CLAVES
1
Al inicio de la sesión de ayer, el presidente del Tribunal, Manuel Marchena, marcó el terreno de juego: sólo se tendrá en cuenta lo que se diga y aporte en la sala. Junqueras mostró de salida que está en otra liga: soy un preso político. Difícil dilema. Unos no entrarán en consideraciones políticas y otros no verán satisfechas aquí sus reivindicaciones.
2
Definitivamente, Puigdemont y Rovira no serán convocados. Los magistrados lo han dicho: no se puede ser testigo por la mañana y acusado por la tarde en un proceso donde están declarados rebeldes. Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.
3
Oriol Junqueras hizo dos menciones a la historia de su partido, que tiene 88 años. Y en ambas añadió una muletilla: y ningún caso de corrupción. No especificó a quién iba dedicada esta alusión, aunque se puede deducir.
4
Joaquim Forn explicó que transitó por el procés de forma dual. Por un lado, como miembro del Govern, estaba a favor del referéndum; por otro, como conseller, tenía que impedirlo. La abogada del Estado no entendió como podía tener dos vidas a la vez: promover una consulta y evitarla. De cuál crea el tribunal que primó dependerá la sentencia.
5
Junqueras y Forn coincidieron en que buscaron el diálogo en diferentes momentos, pero que la silla de delante siempre estuvo vacía. Ahora hay que esperar a ver qué dicen al respecto Rajoy o Sáenz de Santamaría.