Marchena hace algunas concesiones a las defensas
Acepta la declaración de Zoido pero rechaza a Puigdemont
El presidente del tribunal, Manuel Marchena, está haciendo un ejercicio de equilibrio para dirigir el juicio al procés. No puede permitir que los abogados de las defensas inunden la vista con protestas y reclamaciones pero tampoco puede cortar en seco todas sus peticiones. Como un guiño a éstos, la Sala ha reconsiderado la declaración como testigo del exministro del Interior Juan Ignacio Zoido, como máximo responsable de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
El magistrado explicó que puede ser de interés para la defensa del exconseller de Interior Joaquim Forn “y que las alegaciones de la defensa puedan tener vigencia con total y absoluta plenitud”. El testimonio de Zoido se une así al de su número dos en el ministerio, José Antonio Nieto.
El tribunal también aceptó un pendrive con imágenes del 1-O y un análisis de un informe de la intervención para acreditar que no hubo gasto público en la organización del referéndum del 1 de octubre. Sobre estos hechos también está citado el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro que ya en su día hizo unas polémicas declaraciones en las que aseguraba que desde la Generalitat no se aprobó ninguna partida para el 1-O. Otra concesión del tribunal es permitir a los acusados declarar en catalán –por razones “emocionales” y prescindiendo de la cooficialidad de los idiomas reconocidos en España– aunque rechazó la traducción “simultánea” al restringir el principio de publicidad de la vista, ya que todos los que están fuera del Salón de Plenos donde se celebra el procedimiento no podrían entender las respuestas, al carecer de auriculares para ello. También les permite sentarse en la bancada junto a sus abogados si así lo desean.
Ninguno quiso cambiarse de asiento. Los doce acusados permanecieron en el banquillo de los acusados justo enfrente del tribunal. Tampoco quisieron declarar en catalán, por lo menos los dos que han declarado por ahora, Oriol Junqueras y Joaquim Forn. “Es un placer hablar en castellano porque así puedo dirigirme a toda la ciudadanía”, reconoció el exvicepresidente de la Generalitat.
Ahora bien, Marchena se puso firme a la hora de rechazar el resto de las cuestiones previas planteadas por las defensas. “Esta causa no puede convertirse en el destino de todos los procedimientos que generaría una metástasis documental y procesal”, advirtió el magistrado ante la intención de las defensas de incorporar todas las actuaciones de todos los juzgados que investigaban alguna causa relacionada con el 1-O.
La sala, en una decisión colegiada de los siete magistrados, dieron por zanjada la repetida petición de algunos de los letrados de que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont declare en calidad de testigo por videoconferencia desde Bélgica. El tribunal ya lo rechazó en su auto de admisión de pruebas pero este martes al inicio del juicio varios abogados lo volvieron a reclamar.
Marchena se dirigió a los letrados y les instó a que su “trayectoria jurídica les debe permitir comprender las razones por las que no se puede aceptar la intervención de Puigdemont, declarado en rebeldía por el Tribunal Supremo por esta causa tras su procesamiento por rebelión. De hecho, en la actualidad pesa sobre él una orden nacional de detención. “No se puede venir por la mañana de procesado y por la tarde de testigo. Seamos serios”, espetó Marchena. Ante la insistencia de las defensas de querer replicar y anunciar su protesta y recurso por este rechazo, el presidente respondió: “la sala no admite estrategias dilatorias”.
Los acusados podrán sentarse junto a sus abogados si así lo desean, ayer ninguno utilizó ese derecho