Tercera vía para crear vivienda de alquiler a precio asequible
Barcelona Global propone que un ente metropolitano impulse un stock para rentas medias
El acceso a la vivienda no afecta sólo a la población más desfavorecida. Aunque su situación es menos dura, amplias capas con rentas que se podrían considerar medias también tienen serías dificultades. Los precios del mercado libre son inaccesibles para muchos salarios que superan los umbrales fijados para la oferta de protección. Para responder a esta demanda, Barcelona Global propone cambiar el modelo de gestión a través de una nueva autoridad metropolitana que impulse, además de más pisos sociales, un parque de alquiler asequible con contratos de larga duración. Se trata de una tercera vía que comience a llenar un espacio hoy vacío en la capital catalana y su entorno.
Las propuestas formuladas por Barcelona Global –plataforma que reúne a casi 200 empresas, centros de investigación, emprendedores, escuelas de negocios, universidades e instituciones culturales, y a más de 700 profesionales– son fruto de las aportaciones de medio centenar de expertos inmobiliarios y se han detallado en el documento El reto de la vivienda: propuestas para una solución necesaria. Nace de “la constatación de un fracaso que obliga a cambiar el enfoque”, manifestó ayer el presidente de la entidad, Pau Guardans. De lo contrario, advirtió, este problema, “además de afectar a los barceloneses, puede hacerlo a la ciudad y a su capacidad para seguir atrayendo talento internacional y ser una capital global”.
El documento, que se va a presentar a todas las administraciones, pone el acento en que la política de vivienda debe desplegarse en el área metropolitana porque es donde hay suelo suficiente a desarrollar y “no porque se pretenda centrifugar el problema a los municipios periféricos”, dijo Guardans. En este sentido, Anna Gener, presidenta de Savills Aguirre Newman en Barcelona, que ha participado en la coordinación del trabajo, recordó que “la expulsión de determinadas rentas de los centros urbanos es un fenómeno común en muchas ciudades de atracción internacional, como Londres, París o Nueva York, y requiere de otro tipo de respuestas”. Es todo caso, destacó, “es fundamental que junto a las políticas de vivienda las haya de transporte público”, algo que ya se está haciendo con la ATM a escala metropolitana.
Iniciativas como la del operador metropolitano de vivienda, una em- presa público-privada, van en camino correcto, según Mateu Hernández, director general de Barcelona Global. “Es un instrumento positivo que podrá producir un número determinado de pisos –valoró–, pero lo que planteamos es un marco al que pueda sumarse cualquier promotor”. La idea pasa por incentivar a los privados para desarrollar suelos o transformar calificaciones industriales obsoletas. El acceso debería hacerse según unos baremos de ingresos, revisables, y los precios fijarse por zonas.
La oferta de vivienda que Barcelona Global defiende promover no va en detrimento de la de tipo social, que, destacó su presidente, “corresponde principalmente a las administraciones”, de modo que “los presupuestos públicos tendrían que destinarle más recursos”. Esta modalidad también debería ser de alquiler y revisable periódicamente para evitar la especulación y que no pasen a l mercado libre. En este sen- tido, Guardans recordó que el 90% de los 55.000 pisos protegidos en Barcelona perderá esta condición en los próximos 30 años.
La vivienda libre tampoco debería verse afectada por la nueva oferta. “Dejémosla tranquila para aquellos que la puedan pagar, es una cuestión de casar oferta y demanda”, manifestó Guardans. Que la propuesta se centre en el alquiler contribuirá a que la administración pueda gestionar mejor la transformación del suelo, ya que, según el documento, el elemento especulativo quedaría eliminado.
La obligatoriedad de destinar el 30% de las nuevas promociones o grandes rehabilitaciones a vivienda protegida, aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona y avalada por la Generalitat, no es la mejor respuesta, según Hernández, porque de momento se ha limitado a un municipio, en el que hay poco suelo disponible, y no se ha consensuado con el sector inmobiliario.
La falta de oferta puede comprometer la capacidad para atraer talento extranjero, alerta la entidad