Más de 18.000 catalanes, pendientes de acceder a una residencia
En el 2017, 18.438 personas estaban en las listas de espera para ingresar en residencias con financiación pública en Catalunya. Los datos oficiales los dio a conocer hace unos días el conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir el Homrani, como respuesta a una pregunta parlamentaria.
Pero hay otra cifra, aun más impactante, que ilustra la gravedad de la cuestión: entre el 2013 y el 2017, más de 11.000 personas fallecieron en Catalunya mientras esperaban alguna prestación por dependencia. La mayoría de ellas ya habían sido valoradas por los servicios sociales y disponían de un plan individualizado de atención (PIA).
En este contexto, el rechazo en el Congreso del proyecto de presupuestos generales del Estado del 2019 deja sin efecto el anunciado incremento de casi el 60% en la partida dedicada a la dependencia. Por otra parte, las negociaciones para aprobar los presupuestos de la Generalitat también están estancadas desde que Catalunya en Comú anunciase hace tres semanas que suspendía las negociaciones con el Govern de la Generalitat porque las posturas estaban “muy alejadas” en asuntos sociales, entre otras cuestiones.
Una de las diez prioridades que plantearon los comunes fue “la construcción de 3.500 nuevas plazas para residencias, con el objetivo de reducir a la mitad la lista de espera”, explica la diputada Marta Ribas (Catalunya en Comú), que participó en las conversaciones. La respuesta del departament fue que no está prevista la inversión en nuevas plazas para este año. Francesc Iglesias, secretario de Afers Socials, replica a ello que “las plazas públicas han aumentado un 17% en los últimos dos años; este año la inversión se concentrará en la atención a la discapacidad y las ayudas domiciliarias”.
Las cuentas del PSOE preveían aumentar en casi un 60% las prestaciones a la ley de la Dependencia, un proyecto infradotado desde el 2012, cuando el Gobierno del PP la recortó. Desde entonces, las autonomías se han visto obligadas a asumir gran parte del peso de la financiación de los servicios de dependencia. En el 2017, el Estado sólo aportó un 12,2% de los 1.500 millones que cuesta mantener el sistema de dependencia en Catalunya. Sin la ayuda adicional que el Gobierno de Sánchez había proyectado y el escaso margen de maniobra de la Generalitat, la cola para acceder a las residencias seguirá avanzando muy lentamente en los próximos meses.
El problema crecerá en el futuro próximo: ahora hay más de 1.400.000 personas de más de 65 años en Catalunya , casi un 19% de la población. En el 2050, este porcentaje crecerá hasta el 30%, y la franja de edad de más de 85 años representará ya de unas 550.000 personas, el doble que ahora.
SISTEMA INFRADOTADO
En el 2017, el Estado sólo aportó un 12,2% del coste del sistema de dependencia catalán