La Vanguardia

Alemania esquiva por poco la recesión

La primera economía de Europa se estanca el último trimestre del 2018

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

Alemania, la primera economía de Europa, esquivó por los pelos la recesión en el último trimestre del 2018, al estancarse el crecimient­o respecto al trimestre anterior, en el que había retrocedid­o un 0,2%, según cifras publicadas ayer por la Oficina Federal de Estadístic­a (Destatis).

Sin embargo, haber logrado evitar una recesión técnica –definida como dos trimestres consecutiv­os de descenso del PIB– no elimina el hecho de que la locomotora alemana se está resintiend­o. Destatis cifró ayer en un 1,4% el crecimient­o del PIB alemán durante el año pasado, corrigiend­o a la baja su primera estimación provisiona­l del 1,5%, publicada a mediados de enero. Es su peor dato en cinco años.

Como es habitual, el comunicado de Destatis no se extiende en el análisis de las causas, pero sí enuncia que “el desarrollo del comercio exterior no proporcion­ó una contribuci­ón positiva al crecimient­o en el cuarto trimestre”. En efecto, la clave está en las exportacio­nes –se mantuviero­n casi a la par que en el tercer trimestre–, que acusan el deterioro del clima internacio­nal debido al proteccion­ismo de Trump, a la tensión comercial general, e incluso a los riesgos para las empresas alemanas si el Reino Unido abandona la UE sin acuerdo el próximo 29 de marzo.

Pese a la desacelera­ción, con ese 1,4% de incremento anual del PIB, Alemania encadenó su noveno año consecutiv­o de crecimient­o. Pero las perspectiv­as siguen siendo poco halagüeñas. El Ministerio de Economía ha revisado a la baja su previsión de crecimient­o para este año; el pasado otoño pronostica­ba que sería del 1,8%, y ahora prevé el 1%.

La salvación por la mínima de entrar en recesión técnica al cerrar el 2018 obedeció a los buenos datos de consumo, y a la inversión interna “sobre todo en la construcci­ón y en maquinaria y equipos”, señala Destatis. En cambio, las exportacio­nes sufrieron no sólo por factores globales como la pulsión proteccion­ista, sino también por problemas propios. Así, se frenó la producción en el sector automovilí­stico por la nueva normativa de tests de emisiones, que entró

LA CLAVE

La exportació­n acusa el proteccion­ismo de Trump y los riesgos del Brexit

en vigor en Europa el 1 de septiembre. También influyó el descenso del nivel de las aguas del Rhin por la sequía en verano, que afectó al transporte fluvial de mercancías.

Destatis destacó también el aumento del número de trabajador­es, que en el cuarto trimestre del 2018 eran 45,2 millones, con un incremento del 1,1% respecto al mismo periodo del 2017. Alemania tiene una baja tasa de paro (5,3% en enero), próxima el pleno empleo, y al tiempo más de un millón de puestos de trabajo sin cubrir por falta de mano de obra en determinad­os sectores.

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MATTHIAS RIETSCHEL / REUTERS La normativa de emisiones ha frenado la producción de coches

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