La plantilla de Gallina Blanca quiere paralizar la producción con un paro indefinido
La plantilla de la fábrica de Gallina Blanca en Sant Joan Despí quiere paralizar la producción de sopas preparadas y otros productos con una huelga indefinida que arrancará el próximo martes día 19. Fuentes del comité de empresa dijeron ayer que el objetivo del paro es forzar a la empresa a que negocie con los trabajadores la forma de mantener la actividad.
La compañía –filial del grupo Agrolimen, propiedad de la familia Carulla– comunicó en diciembre a los trabajadores su intención de cesar la actividad y deslocalizarla a otra planta del grupo en Huesca. Fuentes del comité dijeron que dada la edad de los trabajadores es imposible que puedan aceptar el traslado a la ciudad aragonesa. Por su parte, la empresa explicó ayer que “se está buscando una nueva ubicación” para dar continuidad a la actividad y al empleo.
Los trabajadores afectados son unos 70, si bien sólo 43 están en nómina de Gallina Blanca, mientras que el resto pertenecen a empresas subcontratadas. Sólo están llamados a la huelga los trabajadores de Gallina Blanca.
Ayer, en un comunicado, CC.OO. declaró que “estaremos en contra de supuestas operaciones relacionadas con posibles recalificaciones de terrenos que sólo benefician a la empresa en detrimento del mantenimiento del suelo industrial”.