Trump amenaza con liberar a mil prisioneros yihadistas
El presidente exige a los países europeos de origen que los repatríen
El presidente Donald Trump, que se encuentra en emergencia nacional jugando al golf en Florida este largo fin de semana, también se la tiene jurada a los europeos.
Los desagradecidos no son sólo los vecinos de la frontera sur, que “invaden” con su criminalidad el país más armado del mundo.
Al otro lado del Atlántico, los colegas de siempre, en especial los componentes del núcleo histórico de la Unión Europea, tampoco están al nivel que él desea.
A cuenta del dineral que ha gas- tado la Casa Blanca en la lucha contra el Estado Islámico (EI), Trump amenaza con liberar a los cerca de mil combatientes procedentes de diversos lugares del Viejo Continente, y detenidos en Siria por las fuerzas de las barras y las estrellas, en caso de que las naciones de origen de los yihadistas no se hagan cargo de ellos y los pongan a disposición de la justicia. Si no asumen la responsabilidad, sugiere que los islamistas regresarán a su país de origen, convertidos en un serio riesgo. Según Trump., EE.UU. “no quiere que esos combatientes se dispersen por Europa”.
La advertencia, realizada por el conducto de su cuenta de Twitter, se produce cuando el presidente estadounidense se prepara para proclamar la derrota del EI, en el nordeste de Siria, con la caída del último reducto que mantiene en una pequeña franja de espacio en el Éufrates, justo al lado de territorio iraquí. Las tropas kurdas están en pleno acoso con la ayuda de los uniformados estadounidenses.
En cuanto el viernes comunicó la declaración de emergencia nacional, y prometió algo “muy importante” sobre Siria, Trump se subió al Air Force One y se marchó a descansar a su mansión de Mar-a-Lago. Hoy lunes es festivo. Es el president’s day.
Tras pasar seis horas el sábado en los greens de su club, y de regreso a sus aposentos, sus dedos empezaron a lanzar tuits, arremetiendo contra los demócratas, contra “el enemigo del pueblo” (es decir, los medios de comunicación que no le veneran, que no se arrodillan) y contra la base de la hermandad occidental.
“Estados Unidos pide al Reino Unido, Francia, Alemania y otros aliados europeos que se encarguen de los más de 800 soldados del EI que hemos capturado en Siria y los lleven a juicio. El califato está listo para caer”, afirma.
Y añade: “La alternativa no es buena porque nos veremos obligados a liberarlos... Hemos hecho mucho y gastado mucho. Es el momento de que otros den un paso y hagan el trabajo que ellos son capaces de hacer. Nos estamos marchando después de la victoria so-
bre el 100% del califato”, dice en su mensaje.
El anuncio previo del presidente Donald Trump de retirar los 2.000 militares desplegados en Siria ha propiciado un intenso debate, como se ha visto estas últimas tres jornada en la reunión de Munich (ver más información en esta página). Diplomáticos y expertos en geoestrategia han reiterado sus advertencias de que la reconquista de todo el territorio ocupado por el EI no significa el final de esa organización ni de su ideología o su amenaza terrorista. Incluso insisten en su capacidad de reagrupamiento en Iraq, sobre todo en torno a Mosul.
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A la espera de “la inminente rendición”, los militantes yihadistas se han cobijado en Baghuz, cerca de la frontera iraquí, en una zona de no más de 700 metros cuadrados donde se libran feroces combates y de la que ha huido la población civil. El pasado jueves, Shamima Begum, de 19 años, una de las tres adolescentes londinenses que salieron de las islas Británicas en el 2015 para unirse al EI, fue descubierta en un campo de refugiados en el noroeste de Siria, una vez que había escapado de Baghuz. Begum dio ayer a la luz a un niño.
Algunos países europeos, como Francia, han asegurado que se están preparando para recibir a “sus” yihadistas. En cambio, el Reino Unido ha mostrado más resistencia a la hora de ocuparse de los islamistas de su nacionalidad que se encuentran detenidos. Sólo los aceptará si buscan ayuda consular en Turquía.