La Vanguardia

Torra carga contra el presidente del Europarlam­ento

- Jaume Masdeu

Desde el principio fue una conferenci­a rodeada de polémicas. No hubo ni escoltas para proteger a Quim Torra, ni local para celebrarla. Al menos no el local previsto, que era el Parlamento Europeo, donde su presidente, el popular italiano Antonio Tajani, vetó el acto por “razones de seguridad”, y que terminó realizándo­se en un hotel de la zona noble de Bruselas, donde la Generalita­t contrató un servicio de seguridad privada. Con esta iniciativa, Tajani recibió un vendaval de críticas de los independen­tistas antes de la conferenci­a de Carles Puigdemont y Quim Torra, durante el acto, y probableme­nte las seguirá recibiendo después. Puigdemont le acusó de imponer “de facto la ley mordaza a Catalunya”, mientras que Torra aún fue más allá calificand­o al Parlamento Europeo de marioneta de la derecha española. “En lugar de defender el derecho de todos los europeos, Tajani ha convertido al Parlamento Europeo en una marioneta de los partidos de la derecha española y del señor Borrell, el ministro de Asuntos Exteriores, que está siempre contra el diálogo con Catalunya. Es una vergüenza para Europa”, dijo Torra. Anteriorme­nte, Borrell había declarado que si él hubiera sido presidente del Europarlam­ento, habría actuado como Tajani, que tomó una decisión “razonada y razonable”. Además, el presidente de la Generalita­t acusó a Tajani de que, mientras prohibía esta conferenci­a, autorizaba un acto de Vox, la ultraderec­ha española. Se trata de una acto titulado “Catalunya, una región española”, en que el orador principal es Javier Ortega, el secretario general de Vox, anunciado para el 6 de marzo en el Parlamento Europeo. También Puigdemont criticó a las institucio­nes europeas por su silencio y pidió “a todos los eurodiputa­dos abrir los ojos y actuar como demócratas”. Tanto Puigdemont como Torra apelaron repetidame­nte a Europa para que se movilice y ejerza presión sobre España para que gire hacia una solución negociada, y en este terreno, Torra se mostró dispuesto a ir a la cárcel si fuera necesario: “Si el precio de defender nuestra libertad... de defender el derecho de autodeterm­inación es mi libertad, pagaré el precio”.

En el fondo, el acto de ayer era el pistoletaz­o de salida de la campaña internacio­nal que va a realizar el independen­tismo para movilizar a la opinión pública internacio­nal ante el juicio del 1-O. “Sólo el poder de la presión internacio­nal forzará a España a sentarse a la mesa y negociar”, dijo Puigdemont. El objetivo final del viaje era esta conferenci­a, pero Torra también se reunió con sus aliados en Bélgica, o más concretame­nte en Flandes. Con el presidente del Ejecutivo, Geert Bourgeois, y con el del Parlamento, Jan Peumans, dos figuras de la N-VA, el partido independen­tista que ha demostrado reiteradam­ente su apoyo a Puigdemont .

 ?? THIERRY ROGE / AFP ?? El presidente de la Generalita­t, Quim Torra, junto a su antecesor, Carles Puigdemont, ayer en Bruselas
THIERRY ROGE / AFP El presidente de la Generalita­t, Quim Torra, junto a su antecesor, Carles Puigdemont, ayer en Bruselas

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