Con el 155 por bandera
El PP se quiere presentar como abanderado en la aplicación dura del artículo 155 en Catalunya para atraer a los votantes de Ciudadanos y Vox.
Pablo Casado ha hecho ya dos promesas estrella para su campaña: una revolución fiscal, que supone la rebaja de todos los impuestos empezando por el IRPF, y la supresión de sucesiones y patrimonio. Pero el presidente del PP es consciente de que la mayoría absoluta de la que goza ahora en la Cámara Alta y que le permitiría aprobar en solitario otro 155 es difícil, a juzgar por las encuestas.
En el caso del Senado, el reparto de escaños no es proporcional a los votos, sino que salen los cuatro senadores más votados, y normalmente corresponden a los dos primeros partidos, con los que los votos que obtienen los candidatos de los demás partidos, se pierden.
La propuesta del presidente del PP, que hizo ayer en la junta directiva nacional del PP, el máximo órgano del partido entre congresos, es pedirle su voto a los electores de Ciudadanos y Vox. Casado no contempla hacer acuerdos con esos partidos para acudir en coalición. Los candidatos del PP irán en la lista del PP, y con un lema muy claro: “Senadores por el 155”.
Pero es algo más que pedirles el voto, o apelar al voto útil. El mensaje de Casado a los votantes de centroderecha será que para el Congreso voten a quien quieran, y eso aunque el voto a la Cámara Baja es importante, porque es la que elige al presidente del Gobierno. Pero para el Senado, la lista del PP que salga elegida, es decir, los senadores del PP a los que se voten, serán “en gran medida, la de los candidatos que están dispuestos a votar, una vez más, la aplicación del artículo 155”.
Su llamamiento es que “aquellos españoles que quieran votar por la libertad en Catalunya, deben tener claro que quienes van a hacerlo serán los senadores del PP”. Con eso, la candidatura del PP a la Cámara Alta, es decir, la de “los senadores por el 155, va a ser la lista de la ley, la lista de la libertad en Catalunya, la lista de la aplicación de la Constitución”, porque serán los senadores del PP los que “recuperarán la legalidad, la convivencia y la concordia en Catalunya”.
Casado explicó ayer, ante la junta directiva del PP, las líneas generales de lo que será su campaña, que tendrá como principales promesas estos principios básicos: una nación de ciudadanos libres e iguales; la libertad individual frente al afán colectivista; la economía de libre mercado; el Estado de derecho, que se plasmará en un fortalecimiento institucional, sobre todo en relación con Catalunya; la revolución fiscal; la educación de calidad y con libertad de elección para todos; el reto demográfico y la sostenibilidad del Estado de bienestar; la reducción de la Administración, y la cohesión territorial.
Y todo ello los populares lo harán reivindicando la esencia del partido, de la que se sienten orgullosos, sin atender a quienes quieren catalogarlos de extrema derecha, de radicales o de crispadores. “No vamos a permitir que se nos excluya –dijo Casado–, que se nos cambie el país sin preguntarnos”.
Según Casado, ante estas elecciones será “el partido de la moderación, sí, como siempre; pero no el de la sumisión. Ni lo sueñen”. Porque, advirtió el líder popular, el obstáculo a la convivencia no es el PP, sino el independentismo, que se ha adueñado de Catalunya, pero que se corre el peligro de que se extienda a Aragón, Baleares y Valencia.