Polonia no irá a una cumbre en Israel por ser acusada de antisemitismo
Polonia se ha retirado de una cumbre de países de la Europa central prevista para hoy martes en Israel como consecuencia de las acusaciones de antisemitismo lanzadas contra ella por el nuevo jefe de la diplomacia israelí.
La cumbre de los cuatro países del grupo de Visegrado (el V4, que integran Hungría, Polonia, Eslovaquia y la República Checa) ha sido cancelada y en su lugar se mantendrán encuentros bilaterales, explicó el primer ministro checo, Andrej Babis. El portavoz del Gobierno eslovaco –que preside el V4 hasta el próximo 30 de junio– declaró que la cumbre se había “aplazado” hasta la segunda mitad del año a petición de Polonia.
Hoy, “los primeros ministros de Eslovaquia, la República de Chequia, y de Hungría aprovecharán la visita para mantener encuentros bilaterales con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu” explicó Patricio Macikova, portavoz del jefe de Gobierno eslovaco, Peter Pellegrini. Un portavoz del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, Emmanuel Nahshon, confirmó ayer que la cumbre no iba a celebrarse. Y añadió que desconocía si en su lugar se celebraría una cumbre entre Israel y tres países o de una serie de encuentros por separado.
Horas antes, Polonia había anunciado al encuentro. “Las palabras de ministro israelí de Asuntos Exteriores son racistas e inaceptables... Está claro que nuestro ministro de Asuntos Exteriores no irá a la cumbre”, afirmó el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki a medios polacos.
El domingo pasado, el nuevo jefe de la diplomacia del Estado hebreo, Israel Katz, había declarado a la cadena internacional i24News, que “numerosos polacos habían colaborado con los nazis y, tal y como ha dicho Yitzak Shamir [ex primer ministro israelí] los polacos sorben el antisemitismo de la leche de su madre”. La mañana del lunes, Morawiecki había puesto en guardia al gobierno israelí contra una anulación de la participación polaca en la cumbre del V4.
“Estamos esperando una reacción firme a las palabras imperdonables y simplemente racistas del nuevo ministros de Asuntos Exteriores de Israel, algo que no pueda quedar sin reacción”, afirmó a los medios polacos. El aumento de la tensión entre Polonia e Israel llega después de un primer problema surgido la pasada semana a propósito de las declaraciones de Netanyahu sobre el papel de los polacos en el Holocausto.
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