Honda estudia cerrar una planta británica en el 2022
La decisión supondría la pérdida de 3.500 empleos
Honda Motor Co. planea cerrar su planta en la localidad británica de Swindon (suroeste de Inglaterra) en el 2022, lo que pone en riesgo unos 3.500 empleos. Así lo confirmó ayer en la red social Twitter el diputado conservador por la circunscripción de North Swindon, Justin Tomilson. El parlamentario aseguró que hasta el 2021 ningún puesto de trabajo se verá en peligro ni se alterará la producción de la planta, en la que se fabrican más de 100.000 vehículos Honda Civic al año, el 90% de ellos, a Europa y Estados Unidos. También ha subrayado que la decisión de la empresa automovilística se debe a “tendencias globales” y no al Brexit.
Honda no quiso ayer hacer declaraciones. Se espera que la compañía traslade su producción a Japón, ya que no puede asegurar la pertenencia al mercado único europeo desde la localidad británica. El Reino Unido se ha convertido en el centro de la producción automovilística japonesa en Europa, con las plantas de Honda, Nissan Motor Co. y Toyota Motor Co., pero esta condición parece correr peligro.
La decisión de Honda se suma a la de Nissan, que este mes ha cancelado sus planes para construir el vehículo utilitario deportivo X-Trail en la ciudad británica de Sunderland. Además, las compañías Jaguar y Land Rover han argumentado el Brexit como uno de los factores que les fuerza a recortar empleo. Las empresas de automoción en el Reino Unido –la Sociedad de Fabricantes y comerciantes de Motores– han advertido en repetidas ocasiones sobre los peligros de una salida sin acuerdo. Honda ha vaticinado que le costaría decenas de millones de libras. Aun así, fuentes de la empresa señalaron que el fabricante nipón prevé mantener su sede europea en Bracknell (oeste de Londres), a pesar de la incertidumbre que provoca el Brexit. En enero Honda anunció que detendrá su producción en el Reino Unido durante seis días en abril para afrontar los trastornos logísticos que pueda provocar la salida británica de la UE, que se materializará previsiblemente el 29 de marzo. La firma aseguró entonces que se prepara para “cualquier interrupción causada por problemas logísticos o en las fronteras” tras romper con la UE.