Foment acusa de “arbitrariedad” a Treball por el recuento de afiliados
La Generalitat da un mes a las patronales para que acrediten su representación
En medio de contundentes protestas de Foment del Treball y celebraciones en Pimec, el conseller Chakir el Homrani dio ayer el pistoletazo de salida para que las dos patronales catalanas midan su representatividad contando el número de afiliados. Tienen un mes de plazo para acreditar sus datos, según la disposición del Departament de Treball publicada ayer en el DOGC. Foment del Treball avanzó que sopesa no realizar el recuento, porque en los términos previstos no refleja la realidad empresarial y reiteró que sus afiliados representan el 70% del PIB y el 90% de los convenios de Catalunya.
Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, insistió en que no se opone a un recuento, pero sí en los términos planteados, que significa tener en cuenta sólo el número de empresas (o de autónomos) y no su peso económico. Además, tal y como se puso de relieve ayer en el comité ejecutivo de la organización, Foment considera que la orden de Treball “es arbitraria y vulnera la seguridad jurídica”. El motivo es que las sentencias del Tribunal Supremo contra los recursos de Foment y de su organización de pymes Fepime a las que alude la orden “no han sido publicadas en el DOGC como exige la ley reguladora de la jurisdicción contencioso-administrativa para que tengan efectos generales”. “Es difícil que una compañía de 5.000 o 10.000 trabajadores tenga la misma representatividad que un autónomo”, dijo Sánchez Llibre que, sin embargo, expresó su “respeto” hacia los trabajadores por cuenta propia. “Tenemos muchos en esta casa y seremos más”, dijo en referencia a la integración de los autónomos de ATA en CEOE.
Aunque los servicios jurídicos de Foment ya analizan posibles alternativas judiciales. Sánchez Llibre quiso dejar la puerta abierta para intentar reconducir la situación con un acuerdo con Pimec, porque, según dijo, la unidad patronal es un elemento clave para la economía catalana.
En su disposición, la Conselleria de Treball argumenta que el recuento se pone en marcha debido “a que no se ha alcanzado un acuerdo definitivo a pesar de haber mantenido las conversaciones para facilitarlo, y dada la existencia de nuevas resoluciones judiciales”. Además, recuerda que en julio del 2018, antes de que Sánchez Llibre relevara a Joaquim Gay de Montellà, hubo un preacuerdo entre las patronales en el que asumían provisionalmente una representatividad paritaria y se comprometían a que, en el caso de no llegarse a un acuerdo definitivo, se iniciaría un proceso de recuento. Un proceso que se suspendió a raíz de las elecciones en Foment y ahora se reactiva con las relaciones entre las dos patronales más crispadas que nunca.
Para Pimec, “es un hito histórico, ya que por primera vez las organizaciones empresariales podrán demostrar su representatividad”. “Han sido muchos años de agravios en los que no se ha permitido representar de manera justa y adecuada los intereses de las pymes y autónomos en Catalunya, que representan el 99,8% del total de empresas”, sostiene la patronal que preside Josep González.
Frente al reparto de los porcentajes de representatividad que ofrece Sánchez Llibre, Pimec exige la paridad, al 50%. Foment ofrece a Pimec un 35%, frente al 25% que tiene en la actualidad.
Sánchez Llibre sopesa no realizar el escrutinio mientras Pimec habla de “logro histórico”