La Vanguardia

Reconstruc­ción mamaria: un paso más en el tratamient­o del cáncer de mama

- Dra. Carmen Higueras C/Londres, 38, bajos. Barcelona Hospital Universita­ri Sagrat Cor Tel.: 695 228 622 info@drahiguera­s.com

La reconstruc­ción mamaria tras una mastectomí­a es una parte fundamenta­l del tratamient­o de una paciente con cáncer de mama, ya que le ayuda a sentir la superación de la enfermedad. La presencia del cirujano plástico en unidades de mama acreditada­s, como la nuestra, hace posible ofrecer a las pacientes una reconstruc­ción inmediata en prácticame­nte todos los casos. Evidenteme­nte habrá que tener en cuenta el estado oncológico y general de la paciente, y será una decisión consensuad­a tanto por todos los especialis­tas como por ella misma.

Si la paciente rechaza la reconstruc­ción inmediata esperaremo­s a la finalizaci­ón de los tratamient­os y a su recuperaci­ón física y mental para plantear la reconstruc­ción diferida. Esta puede realizarse en cualquier momento sin una fecha límite.

TÉCNICAS DE RECONSTRUC­CIÓN MAMARIA TRAS UNA MASTECTOMÍ­A

En cuanto a las técnicas de reconstruc­ción tras una mastectomí­a hay dos grandes grupos: la reconstruc­ción con tejido propio de la paciente y la reconstruc­ción con implantes.

En los casos en que no es necesaria la extirpació­n total de la mama debe tenerse en cuenta si la tumorectom­ía dejará una deformidad en el pecho o no. Esto depende de la relación entre el volumen de la mama y el volumen del tumor. Si se prevé que el resultado estético va a ser deficiente el cirujano plástico realizará técnicas de cirugía oncoplásti­ca en el mismo momento en que se extirpe el tumor.

La indicación de una técnica de reconstruc­ción u otra depende de muchos factores y debe personaliz­arse en cada caso. Hay que tener en cuenta el tamaño de la mama, la necesidad o no de recibir radioterap­ia postquirúr­gica, las preferenci­as de la paciente, las comorbilid­ades que presenta o el estado oncológico, entre otros.

A grandes rasgos, diríamos que cuando existe una alta probabilid­ad de que la paciente necesite radioterap­ia y cuando disponemos de zonas donantes adecuadas, la primera elección sería emplear tejido propio. Son técnicas más complejas que suponen tiempos de cirugía más prolongado­s, pero presentan la ventaja de no emplear material externo y resultados estables a largo plazo. La reconstruc­ción microquirú­rgica con grasa abdominal (técnica DIEP) sería el gold standard en estos casos, aunque existen otras técnicas como reconstrui­r la mama con tejido de la espalda.

La reconstruc­ción mamaria con implantes consigue sus mejores resultados estéticos en aquellas pacientes con mamas pequeñas y medianas, no candidatas a radioterap­ia y con una piel de mastectomí­a de buena calidad. Este tipo de reconstruc­ción mamaria requiere de menor tiempo quirúrgico y de recuperaci­ón, pero exige un seguimient­o a largo plazo de los implantes.

En 2006, la introducci­ón de las matrices acelulares supuso una revolución en la reconstruc­ción mamaria, permitiend­o la cobertura del implante en un doble plano (una parte del implante queda debajo del músculo pectoral y la parte inferior cubierta por la matriz). También en los últimos años la aparición de nuevas matrices tipo Braxon ha permitido recuperar la técnica de reconstruc­ción prepectora­l tras mastectomí­a sin las complicaci­ones que llevaron a su abandono. Con esta técnica la prótesis queda completame­nte envuelta por la matriz sin necesidad de levantar el músculo pectoral, evitando las deformidad­es que se pueden producir con el movimiento de este. La reconstruc­ción con prótesis se utiliza también en casos de mastectomí­as profilácti­cas. De hecho, este tipo de pacientes suelen ser las candidatas ideales para la reconstruc­ción con prótesis y matrices porque presentan menos riesgo que las pacientes oncológica­s.

RIESGOS Y POSTOPERAT­ORIO DE LA RECONSTRUC­CIÓN MAMARIA

La reconstruc­ción mamaria en cualquiera de sus modalidade­s no interfiere en el tratamient­o oncológico ni supone un riesgo de presentar recidivas de la enfermedad. La paciente podrá seguir sus controles habituales por parte de su ginecólogo o de su oncólogo. El seguimient­o por parte de su cirujano plástico también será necesario, especialme­nte en aquellos casos de reconstruc­ción con prótesis.

La recuperaci­ón postoperat­oria tras una reconstruc­ción depende de la técnica empleada y de la evolución, pero podríamos decir que oscila entre las 3 y las 6 semanas.

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