Reproches a Arrimadas por su viaje de mañana a Waterloo
El viaje a Waterloo que la líder de Cs en Catalunya, Inés Arrimadas, prepara para mañana domingo ha provocado reacciones encontradas. Desde el rechazo que han manifestado el Gobierno y el PP a la ironía, e incluso el buen grado con el que lo han acogido en los partidos independentistas, que han intentado caricaturizar la “provocación” de la diputada naranja.
Arrimadas difundió un vídeo el jueves en el que explicaba que viajaría hasta la “casa de la República” de Bélgica, donde reside el expresident Carles Puigdemont, para decirle “a la cara” que la república catalana “no existe”. La ambición de su viaje fue variando a lo largo del día de ayer. En un primer momento parecía que la jefa de la oposición en Catalunya se reuniría personalmente con Puigdemont para entrevistarse con él. Una idea que abonó la portavoz adjunta de Cs en el Congreso, Melisa Rodríguez. “Ojalá (Puigdemont) sea valiente por primera vez y abra la puerta”, enfatizó la portavoz adjunta, quien aseguró que si el expresident la recibe, Arrimadas le dirá “todo lo que Pedro Sánchez no ha sido capaz de decir: que se entregue a la justicia española y que sea valiente”.
Desde Cs calificaron el viaje de Arrimadas a Waterloo de “hito histórico”, aunque aclararon que no hay ninguna entrevista concertada. Ahora bien, el propio Puigdemont se abrió ayer a encontrarse con la líder de la oposición y conversar con ella. “No tengo ningún problema”, aseguró. Una invitación a la que Arrimadas no ha respondido aún.
Los partidos independentistas se sumaron a las palabras de Puigdemont y retaron a la diputada de Cs a entrevistarse con el expresident y no convertir su viaje en un “mero acto de confrontación”. “Lo que nos gustaría es que llamase a la puerta, entrase y pudiera sentarse a hablar con el president Puigdemont”, aseguró el presidente del Parlament, Roger Torrent, desde Bruselas. El republicano instó a Arrimadas a entender “la situación personal y política” de Puigdemont.
En la misma línea se expresó el conseller de Acció Exterior, Alfred Bosch, que valoró que la líder catalana de Cs viaje a Waterloo. Con esta visita, Arrimadas “ayuda a internacionalizar que hay exiliados y presos políticos”, ironizó el conseller, mientras que el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, animó a Arrimadas a “ir a la plaza Sant Jaume” en lugar de a Bélgica “si quiere dialogar”, en referencia a la negativa de la diputada de Cs de participar en la mesa de diálogo entre el Govern y los grupos parlamentarios.
En el Gobierno central también tuvieron palabras para describir el viaje de Arrimadas. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, calificó la visita de “insensatez” y lamentó que con este tipo de acciones sólo se consigue “internacionalizar la tensión y el daño causado por el independentismo”. Desde el PP reprocharon a Arrimadas que pretenda verse las caras con Puigdemont en Waterloo y que, en cambio, “no se atreviese a presentarse a la investidura ni a presentar una moción de censura contra Torra”, dijo la portavoz parlamentaria popular, Dolors Montserrat.
Gobierno e independentistas sí coincidieron en situar este viaje de Arrimadas como un acto de precampaña. Precisamente, Cs celebrará hoy un acto en Madrid en el que se espera que el partido despeje el papel de la diputada catalana en las elecciones generales. Albert Rivera cuenta con ella para la contienda electoral, pero aún no ha aclarado si participará en la lista al Congreso ya sea como número uno por Barcelona –Juan Carlos Girauta no repetirá– o haciendo tándem con Rivera en Madrid.
Se espera que Ciudadanos desvele si la jefa de la oposición en Catalunya se presentará a las generales