¡Quieto todo el mundo!
Entre el drama y la charlotada, el golpe de Estado del coronel Tejero grabó en el recuerdo el 23-F, fecha que ha sido origen de varias teorías, complots y conspiraciones varias, como la que dio pie a Jordi Évole a construir una ficción sobre el caso en su programa Salvados: “Tras la emisión, el aluvión de críticas, sobre todo de algunos compañeros del gremio, que dijeron que toda nuestra credibilidad (nunca pensamos que la valorasen tanto) la habíamos tirado por la borda”.
De todas las fechas de las que pueden acabar la pregunta “¿qué hacías tu el... (20-N, 11-S...)?”, sin duda la que siempre me ha provocado más atracción ha sido la que conmemoramos hoy: el 23-F. Supongo que para un niño de seis años, ver a un señor con tricornio entrando en el Congreso, pistola en mano, y gritando “¡Quieto todo el mundo!” es algo, además de grotesco, inolvidable. En esa época en la tele no había realities, y esto fue quizás lo más parecido que vimos antes de que llegase la época granhermanil de “¡Quién me pone la pierna encima!”.
La fecha me ha provocado siempre tanta atracción que no me ha importado ver la imagen de Tejero entrando en el Congreso una y otra vez. Es hipnótica. Javier Cercas fue quien mejor resumió ese momento con cuatro palabras que le dieron para un título: Anatomía de un instante. A base de verla repetida he descubierto momentos delirantes, como cuando el líder de los golpistas manda a sus hombres que paren de disparar al grito de “Parad, parad, que le vais a dar a los nuestros”. Eso era en el minuto 2 del asalto, un indicio de que aquello no podía salir bien.
Hace justo cinco años decidimos dedicarle un programa especial al 23-F. Pero lo hicimos de una manera poco ortodoxa, a través de un falso documental titulado Operación Palace. Nos abonamos a la teoría de la conspiración con la siguiente premisa: el golpe de Estado fue orquestado por las fuerzas democráticas y la Casa Real para consolidar una democracia que en aquellos años estaba siendo muy cuestionada. Cuando fuimos a convencer a algunos de los que queríamos que apareciesen en el falso documental y les explicamos nuestro punto de partida, en algún caso la respuesta fue: ¿pero cómo os habéis enterado de eso? No ha habido contestación más inquietante que esa, cuando nosotros pensábamos (y todavía pensamos) que nuestra premisa era sólo fruto de nuestra imaginación.
La clave para que todo aquello tuviese credibilidad es que una persona nos prestó la suya. Tuvimos muy claro que el proyecto tiraba hacia delante cuando Iñaki Gabilondo nos dijo que sí. Luego vinieron Ansón, Ónega, Anasagasti, Leguina, Alcaraz, Mayor Zaragoza, Rojas Marcos, Azcárraga, Verstrynge, Mayayo y la colaboración especial de José Luis Garci, guest star.
Tras la emisión, el aluvión de críticas, sobre todo de algunos compañeros del gremio, que dijeron que toda nuestra credibilidad (nunca pensamos que la valorasen tanto) la habíamos tirado por la borda. Y eso que al final dijimos que habíamos mentido. Garci nos aconsejó que no lo desmintiésemos. A veces pienso que es lo que tendríamos que haber hecho. Otros lo hacen, mienten en los medios sin decir que mienten, y ahí siguen.
Hoy se cumplen cinco años de aquella “patraña”,
La fecha me ha provocado siempre tanta atracción que no me ha importado ver la imagen de Tejero entrando en el Congreso una y otra vez
como la calificó algún periódico al día siguiente. Y hemos decidido celebrarlo mañana en Salvados. Un crítico de televisión dijo que la mejor manera de celebrar efemérides televisivas era no celebrándolas. Para evitarnos la crítica (seguro que no lo conseguimos), le hemos invitado a celebrarlo con nosotros. Ese crítico es Sergi Pàmies, al que hemos juntado con Iñaki Gabilondo. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una conversación. Les hago tres spoilers:
1) Según Gabilondo, la mentira periodística se ha convertido actualmente en un problema enorme para la sociedad. Hemos pasado de elaborar una mentira artesanal como la de Operación Palace, a tener una auténtica industria de fake news en manos de los gobernantes más poderosos del mundo.
2) Según Pàmies, el falso documental era la consecuencia de muchos años de libertad, una libertad que en los últimos tiempos hemos perdido: se ha democratizado la represión, y gente que debería celebrar aquella libertad, en vez de eso, ahora participaría del linchamiento.
3) Y consecuencia de todo eso, la frase de Gabilondo que me dejó KO: “Hoy no lo volvería a hacer”. Vaya… con lo que me apetecía hacer uno sobre el procés... ¿Se imaginan?