La Audiencia se queda con el juicio a Trapero por rebelión

La Audiencia Nacional juzgará al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, y a sus exjefes políticos de la Conselleria d’Interior por el supuesto delito de rebelión, tras rechazar ayer la petición de parte de las defensas para que se inhibiera en favor de los órganos judiciales de Catalunya. La decisión adoptada aplica una norma que se aprobó tras el 23-F y sigue la pauta que marcó el Tribunal Supremo (TS) al rechazar a su vez inhibirse en el caso 1-O, que está siendo juzgado en la Sala Penal desde el pasado día 12. La querella contra Trapero fue llevada desde el principio por la Fiscalía a la Audiencia Nacional, como pieza autónoma con respecto a la causa principal, la instruida contra los exmiembros del Govern y del Parlament, así como contra los Jordis, como líderes de las principales entidades sociales que prestaron su colaboración a las fuerzas soberanistas. En este procedimiento paralelo al del Supremo no hay aforados. Los acusados, además de Trapero, son el exdirector de los Mossos Pere Soler; el ex secretario general de Interior Cèsar Puig, y la intendente de la policía autonómica Teresa Laplana. Los tres primeros están acusados del delito de rebelión, mientras que la Fiscalía imputa a Laplana el de sedición, en relación con la concentración ante la Conselleria d’Economia, los días 20 y 21 de septiembre del 2017, en cuya sede se hallaba durante el registro que acudió a practicar la Guardia Civil, dando cobertura a una comitiva judicial. A los acusados se les imputa también un delito de pertenencia a organización criminal. En la vista sobre los artículos de previo pronunciamiento, el fiscal Pedro Rubira puso en duda que el juicio pudiera celebrarse con “imparcialidad y serenidad” en Catalunya, lo que provocó una dura respuesta de su Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.