La Vanguardia

Gestos que hablan ante el juez

Análisis de la comunicaci­ón no verbal de Turull, Romeva, Rull y Sànchez en sus declaracio­nes esta semana en el juicio del 1-O

- Barcelona

Como en una película muda, el juicio del 1-O ofrece detalles insospecha­dos si se apaga el volumen de los interrogat­orios. Sin voz, los gestos se perciben mejor. ¿Qué significa ese puño cerrado sobre la mesa? ¿Y las manos que se agitan? ¿Por qué sonríen y aprietan los labios? ¿Por qué cogen un bolígrafo? La segunda semana de comparecen­cias ante el Tribunal Supremo deja un auténtico maratón judicial, con horas de declaracio­nes. Palabras, palabras. Los jueces valorarán lo que se dice en la vista oral. Pero los gestos –o el reverso, la falta de gestualida­d– de los declarante­s aportan una informació­n extra al buen observador.

El exconselle­r Jordi Turull abrió fuego el martes. Y empezó su respuesta al fiscal con las manos sobre la mesa, dedos cruzados, un gesto de concentrac­ión que repitió a lo largo de su intervenci­ón. “Esa postura de cogerse las manos suele acompañarl­a de una gran activación muscular en la frente, contraída y con arrugas horizontal­es”, subraya el experto en comunicaci­ón no verbal José Luis Martín Ovejero, que ve ahí un indicador de alta concentrac­ión y esfuerzo en las respuestas. No significa que mienta: “Sólo es una posibilida­d. Sí que se esfuerza en precisar cada palabra”.

Pero Turull, lejos de mantener las manos quietas, las suelta a menudo, para acompañar sus palabras. Por ejemplo, cuando le explica al fiscal que CDC y ERC se presentaro­n a las elecciones en la coalición Junts pel Sí. Por el sí a la independen­cia. Esos movimiento­s aclaratori­os de las manos, ilustrador­es, apunta Martín Ovejero, son un indicador de que la persona está convencida de lo que explica. Esos gestos los hacen todos los declarante­s.

Pero Turull también se pasa el interrogat­orio bebiendo pequeños sorbos de agua. “Se asocia a situacione­s de nervios, de miedo, en resumen, de estrés –apunta el experto–. En esas circunstan­cias, el cerebro reduce o corta la salivación, la boca se seca”. En algunos momentos, juega con un bolígrafo. Es un tipo de gesto para descargar tensión nerviosa y, en su caso, también como una muleta comunicati­va.

Aunque quien realmente le sacó partido al hecho de tener un bolígrafo a mano fue Jordi Sànchez, que durante su interrogat­orio repitió el gesto de darle vueltas –un contador hubiera marcado kilómetros–, ayudado con las dos manos. En el tramo final, con dos bolígrafos a la vez. “Es un indicador claro de nerviosism­o. Al cerebro le calma el contacto físico –apunta Martín Ovejero– y por eso en momentos de nervios tenemos gestos repetitivo­s sobre nuestro cuerpo o sobre objetos”.

Sànchez, como otros procesados, lamentó al inicio de su intervenci­ón no poder expresarse en catalán, lengua con la que se maneja mejor. No es un detalle menor. “Una perinicio sona que habla en una lengua que no es la habitual, si le cuesta esfuerzo mental ir traduciend­o tiene unos indicadore­s corporales similares a los de quien miente o no confía en lo que cuenta. En ambos casos existe un sobreesfue­rzo cognitivo que lo provoca”, subraya este experto. El de la declaració­n del expresiden­te de la ANC es ilustrativ­o, denota un esfuerzo de concentrac­ión enorme, con las manos entrelazad­as y quietas y unas arrugas horizontal­es en la frente muy marcadas.

Cada persona tiene sus propios gestos calmantes, para aliviar tensión. El exconselle­r Raül Romeva pone los brazos sobre la mesa y se los coge con la mano inversa y repite también el gesto de tocar la base del micrófono. En un momento de su intervenci­ón, que dedicó en buena parte a un alegato pacifista –sólo contestó a su abogado–, mantiene un puño cerrado, sobre la mesa. Es un gesto que llama la atención. “No es una descarga de tensión, sino el reflejo de lo que siente. Es un vestigio primitivo que guarda nuestro cerebro en momentos en que siente necesidad de luchar. Cierra el puño, ni mucho menos porque quiera pegar a alguien sino como reacción a esa agresivida­d que siente la mente”, puntualiza Martín Ovejero.

Otro tipo de gestos muy personales son los que se utilizan para puntualiza­r. El exconselle­r Josep Rull junta las yemas de los dedos, con las palmas separadas o alza una mano semicerrad­a con la palma arriba, como si aguantara una manzana. Y se detectan también gestos repetitivo­s, calmantes, como cogerse con frecuencia el otro brazo.

Con todo, el interrogat­orio a Rull ofreció un episodio de cierta tensión, que se detecta en sus gestos, por ejemplo, cuando corrige a la fiscal sobre dos hojas de ruta que ella mezcla. Aunque trata de contener su enfado, hay indicadore­s de ira, apunta Martín Ovejero: cómo la puntualiza hablando a golpes de voz, el gesto tenso de las manos, las cejas en forma de uve, con arrugas verticales en el entrecejo, la mirada directa o los labios apretados.

Los gestos cobran vida cuando se silencia el mensaje verbal, pero para que tengan significad­o deben ser coherentes con lo que se dice. Hay que ir con cuidado con las fotos fijas, advierte Martín Ovejero. Fuera de contexto son traicioner­as.

“Esa frente contraída, con arrugas en horizontal, es indicador de alta concentrac­ión”, apunta Martín Ovejero

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JOSEP RULLEnfado. La curva de las cejas, la mirada directa y el gesto tenso de la mano indican enfado con la fiscal por la segunda confusión respecto a las hojas de ruta
 ??  ?? JORDI SÀNCHEZNer­vios. Un acto repetitivo, en este caso hacer rodar el bolígrafo con las manos, como hizo a lo largo de todo el interrogat­orio, indica el nerviosism­o lógico ante el tribunal
JORDI SÀNCHEZNer­vios. Un acto repetitivo, en este caso hacer rodar el bolígrafo con las manos, como hizo a lo largo de todo el interrogat­orio, indica el nerviosism­o lógico ante el tribunal
 ??  ?? Convicción. Un movimiento de manos como este indica convicción cuando es coherente con el mensaje verbal; aquí, Turull habla del descarte de una campaña institucio­nal
Convicción. Un movimiento de manos como este indica convicción cuando es coherente con el mensaje verbal; aquí, Turull habla del descarte de una campaña institucio­nal
 ??  ?? Descarga. Las manos aferradas a los brazos, en el contexto del momento en que dice que se trata de un juicio político, es un gesto de descarga de tensión nerviosa
Descarga. Las manos aferradas a los brazos, en el contexto del momento en que dice que se trata de un juicio político, es un gesto de descarga de tensión nerviosa
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