Pizzas en el aparcamiento
En Parking Pizza se cuida la calidad de los ingredientes
En varias capitales nórdicas es frecuente encontrar restaurantes sencillos, instalados en antiguos almacenes. Restaurantes que priman la calidad del producto con un joven servicio de total proximidad y sencillez, y unas instalaciones premeditadamente simples en las que se eliminan todo lo superfluo y se destaca la estructura del local.
Parking Pizza es un simpático y efectivo caos. Paredes y techos desnudos; mesas corridas que ayudan a la relación espontánea con los comensales vecinos; simpáticos cubos de cartón que se destapan y hacen las veces de prácticos taburetes guardarropa; cazos de acero sobre las mesas que contienen los cubiertos que los clientes cogen según sus necesidades; abundantes servilletas de papel reciclable; vasos sencillos para servir los vinos, las cervezas o el agua.
Con todo esto no es extraño que no se admitan reservas. Pero no es un problema porque los tiempos de espera son cortos.
El ambiente es eminentemente joven. Los clientes que acuden a disfrutar, mayoritariamente de una buena pizza y una cerveza mientras conversan animadamente, abandonan el local tan pronto como acaban la comida.
La oferta es de rotunda y estudiada sencillez: cinco aperitivos, tres ensaladas y una lista de diez pizzas, todas ellas apetitosas, bien horneadas, en las que destaca la calidad de sus componentes.
Los promotores de este proyecto son los cónyuges Berta Bernal y Marcos Armenteras, quienes decidieron reorientar sus vidas y llevar a cabo este plan aprovechando su experiencia anterior.
Berta es una persona obsesionada por la calidad de los productos y no tiene inconveniente en dedicar horas en atender a los posibles proveedores hasta hallar aquél que le ofrezca la burrata más fresca, la harina más adecuada y la fior de latte excelente que se aprecia en las pizzas.
El personal, joven y cercano, hace la estancia agradable y alegre. Eulalia Durán te reconforta con su sonrisa mientras atiende las mesas, actividad que compagina con el desarrollo de su profesión como ilustradora.
Oferta de vino a nivel de subsistencia, numerosas cervezas y agua.
El objetivo de bueno, bonito y barato se logra con creces, completándolo con un entrañable ambiente informal.