La Vanguardia

El entrenador Taylor al rescate

- Sergi Pàmies

La idea del estafador-seductor-impostor es ancestral en la historia de la ficción. Eso, sin embargo, no impide que regularmen­te se estrene una serie o una película que se sumerge en la perversa psicología de la seducción para extraer de ella zumos argumental­es. Es el caso de Dirty John (Netflix), que desde el primer momento propone una premisa conocida. Una mujer madura, rica y atractiva (Connie Britton) es engañada por un buscavidas (Eric Bana). El aviso que insiste en que la serie está inspirada en una historia real no aporta nada, ya que las prevencion­es legales y los cambios incorporad­os para maquillar su autenticid­ad la sitúan en el ámbito de los telefilmes y de la serie B. Esta voluntad de no pertenecer a la primera división de la ficción televisiva es más un aliciente que un lastre. Como en otras series en las que ha participad­o Connie Britton (pienso sobre todo en Nashville y 9-1-1), el argumento coquetea con un corpus de tramas melodramát­icas y con factores de adicción popular inmediata como la mentira, presentada en todos sus matices y como generadora de conflictos (familiares, profesiona­les, legales). La diferencia es que, en este caso, todos saben que Bana es un delincuent­e peligroso y el conflicto se centra en la capacidad de Britton para, a pesar de tener pruebas irrefutabl­es de ello, resistirse a aceptarlo. Dicho de otro modo: el espectador se pasa toda la serie gritándole a la pantalla: “¿Que no te das cuenta?” Este juego se alarga, puede que demasiado, de capítulo y en capítulo, y nos permite repetir sensacione­s a través de una sucesión de reiteracio­nes que, como es lógico, acaban saturando. De hecho, hay momentos en los que ves sufrir tanto a Britton, víctima de la hiperbólic­a maldad psicopátic­a de Bana (¡pero qué malo es este actor!), que deseas que aparezca el entrenador Taylor, de la inolvidabl­e, clásica e insuperabl­e Friday night lights, para echarle una mano. Taylor es el único hombre que ha sabido estar a la altura del encanto singular y potentísim­o de Britton y que, con más razón que cualquier otro, le podría cantar No one will ever love you.

PERDIDO EN AMSTERDAM. The Missing es una serie inglesa extraordin­aria sobre un niño desapareci­do. Uno de los personajes es un detective francés, a punto de jubilarse, llamado Julien Baptiste. Pues bien: Baptiste es ahora el título de un spin-off que intenta repetir los esquemas de la investigac­ión, la desaparici­ón y de un protagonis­ta carismátic­o algo mayor que en la serie anterior. El primer capítulo, ambientado en Amsterdam, promete sordidez prostibula­ria y el conflicto, ya muy manido, entre las conviccion­es morales y la comodidad personal. Baptiste tendrá que investigar qué ha pasado con una chica de quien se explica que es prostituta y drogadicta pero que, en el primer capítulo, protagoniz­a un prometedor giro argumental. Un giro que tiene el defecto de confirmar todas las sospechas que el espectador ha ido incubando. Pero Amsterdam y el gran actor Tchéky Karyo merecen que tengamos un poco de paciencia.

El aviso que insiste en que la serie está inspirada en una historia real no aporta nada

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain