Horta Superstar
Horta está revolucionada. Hace meses que, junto a lazos amarillos (a menudo rayados de rojo) y pancartas pidiendo la libertad de los presos políticos, en las paredes del barrio señorea un póster con una imagen deslumbrante: un primer plano de culo masculino, con tejanos y el torso desnudo. Deslumbra porque del bolsillo posterior de los tejanos sobresale un objeto metálico que no es un móvil sino una cruz, sobre la que se refleja el sol. Es el cartel de Jesucrist Superstar en el teatro del Foment Hortenc que está revolucionando el barrio. El teatro amateur suele desprender energía escénica sin filtro, pero cuando se alinean unos cuantos astros la descarga puede llegar a la platea atravesando una atmósfera que intensifica el efecto. Es el caso de esta ambiciosa puesta en escena de la ópera rock de Rice & Lloyd Webber dirigida por Xavi Roig (escena), Ricard Solé (música) y Montse Ferrando (coreografía) con unos sesenta actores (coro y cuerpo de baile incluido) y una banda de siete músicos. La versión es rabiosamente contemporánea. Herodes pide al público que vote por móvil si hay que ajusticiar a Jesucristo, a quien acaban colgando en una cruz amarilla. Nada está enlatado. Incluso se filma la acción y se proyecta en una pantalla en la zona superior de la escenografía, como en una story en vivo. Además, representan la versión actualizada de 2012, más exigente que la original de 1972, y lo hacen con una traducción al catalán espléndida (e inédita) cedida por Arnau Lobo, lo que es un lujazo. El equipo trabaja en el proyecto desde hace dieciocho meses y se ha visto recompensado con el favor de crítica y público. La semana pasada Eduardo de Vicente publicó una crítica favorable en El Periódico, un hecho con pocos precedentes en el teatro amateur, y las entradas de las siete funciones previstas se agotaron tan de prisa que mañana domingo harán doblete, con matinal, para satisfacer la demanda.
En este contexto de euforia, la administración del distrito envía un jarro de agua fría que afecta a las dos entidades más activas de Horta: los Lluïsos y el Foment. La modificación del Plan General Metropolitano de protección del casco histórico de Horta afecta la calificación de los solares de las calles Feliu i Codina, 7 (Lluïsos, desde 1912) y Alt de Mariner, 15 (Foment, desde 1917), que pasan a ser “equipamientos comunitarios”. Más allá de la nula vocación de constituir un equipamiento, el cambio implica una pérdida de edificabilidad que se traduce en una depreciación de los solares y las fincas edificadas, propiedad de los más de 1500 socios de ambas entidades. Las juntas de ambas entidades han calculado que el perjuicio de valor para los Lluïsos es de unos 800.000 euros y para el Foment de unos 700.000, sin ningún tipo de compensación. “¿Qué necesidad tenemos de cambiar de calificación si llevamos más de un siglo ejerciendo nuestra actividad de forma voluntaria y en beneficio del barrio?”, se preguntan. Entre los verbos recalificar y descalificar sólo cambia el prefijo.
Herodes pide al público del Foment Hortenc que vote si hay que ajusticiar a Jesucristo en una cruz amarilla