Excéntricos
Ljubliana & The Seawolf Lugar y fecha: La [2] de Apolo (20/II)
La originalidad del grupo ya empieza en el rebuscado nombre, sigue con su inclasificable sonido y culmina con la imagen del líder, Pol Batlle, enfundado en un vestido negro transparente, guantes largos de encaje y un sombrero tricornio a lo lord o pirata sobre su larga cabellera y bigote. Todo un personaje que además de cantar y tocar la guitarra compone el cancionero de Ljubliana & The Seawolf, que vivieron una gran noche en la presentación de su tercer álbum Libra.
La intensidad que desprenden sus temas les está generando un creciente número de fans que valoran tanto su pericia instrumental como los desarrollos progresivos de un material que se expresa en la lengua de Shakespeare. Algo que se hizo evidente desde la inicial Via magenta. A la ausencia de estrofas tarareables y a los cambios de ritmo cabe sumar la pericia vocal de Batlle, que recurre constantemente a tonos agudos para realzar el dramatismo de su propuesta, tal como se hizo evidente en Vacuum.
Los visuales también jugaron un buen papel en la puesta en escena, ya fuera con la impresión fragmentada de la letra de Shit dope o con unos tenebrosos murciélagos sobrevolando la muy adecuada Burn the witch, en una lograda alternancia de languidez y tensión.
Batlle también exploró sus dotes de cantante folk en solitario con la ceremonial y dramática Sinkin antes de abordar con el grupo al completo su único tema en castellano,
Tiempo. Fue el preludio a uno de los mejores momentos del concierto con Cigarrettes, en la que parecía querer emular al mismísimo Peter Hammill. En la parte final,
Lost time sirvió para mostrar su faceta más jazz, antes del clímax chillón y guitarrero de Hey y de un
Statement que sirvió a Batlle para cantar y hacer pogo entre el público y ser llevado en volandas al escenario, en un baño de masas que compensó la excentricidad de la propuesta.