El Espanyol se queda a medio camino
Los de Rubi muestran sus dos caras y pierden la oportunidad de sumar tres puntos frente al colista Huesca
Europa tendrá que esperar un poco más. El colista Huesca llegaba al RCDE Stadium como una presa asequible con la que alimentar el sueño europeo del Espanyol. Pero aunque por momentos volvió el equipo protagonista que reclama Rubi, la falta de acierto le condenó a sumar un punto claramente insuficiente.
Los deseos del técnico blanquiazul se cumplieron en un primer tiempo en el que el Espanyol gobernó el duelo desde las máximas que él defiende. Regresó la brillantez del centro del campo perico, con un Granero inconmensurable que dejó un gol de muchos quilates, y apoyado por Darder y Melendo, reconvertido a interior desde la derecha.
Pero el dominio inicial se esfumó en el segundo tiempo. El tanto de Etxeita tras el descanso desnortó a los de Rubi, que terminaron desquiciados por su incapacidad para llevar a buen puerto su propuesta.
El fútbol control del Espanyol obligó al Huesca a replegarse al comienzo del duelo, pero sin el orden necesario, los oscenses dejaron muchos espacios a su espalda. Por allí aparecieron Wu Lei y Borja Iglesias, convertidos en gacelas, para pisar el área en repetidas ocasiones. Ese dominio se tradujo en llegadas muy claras de los dos deescurridizo lanteros pericos. El chino volvió a demostrar, en su segundo partido como titular, que nadie se ha vuelto loco en el Espanyol con su incorporación. Su facilidad para encarar rivales en carrera dejó perpleja a la grada, que mantiene una confianza inusual con un jugador todavía experimental. Pero Lei se va ganando un sitio y el respeto del público con buenas actuaciones. Ante el Huesca ofreció frescura y sorpresa con disparos inverosímiles y con incursiones de delantero que merecieron el gol.
Donde no llegaron los delanteros, más por falta de pericia que por volumen y calidad de ocasiones, llegó Granero. El Pirata es una de las explicaciones de la mejoría futbolística del equipo. El jugador dominante que aporta pausa y sacrificio ha vuelto, quién sabe si para quedarse, pero con él en el campo el equipo de Rubi dispone de una vida extra en la construcción. En la noche de ayer, también incluso en la finalización.
El madrileño ejecutó de forma soberbia una falta en la frontal para poner el 1-0 en el marcador y revivir la ilusión de la grada. Un gol de muchos quilates, con un golpeo realmente exquisito. La falta era perfecta para un diestro. Granero colocó el balón con mimo en la escuadra derecha de la portería de Santamaría. Un gol para creer, que desbordó de confianza al equipo.
Sin embargo, un accidente al comienzo del segundo tiempo lo torció todo. Todavía no habían pasado dos minutos cuando un rebote dejó a Etxeita con la oportunidad de fusilar a Diego López dentro del área pequeña.
Sin merecerlo, los aragoneses habían conseguido dejar grogui a los de Rubi, que no tardaron en recomponerse para volver a llevar el mando del partido.
“Sí se puede” coreaba la grada de Cornellà-El Prat. Pero el Huesca no se cansaría de avisar con ocasiones mucho más claras. Ante la falta de llegadas, Rubi fue a por el partido con Ferreyra y Pedrosa. Sería la fe de Wu Lei, sin embargo, lo que volvería a levantar a la grada con un disparo que se fue al palo con violencia.
Las imprecisiones en los últimos metros provocaron la impaciencia de la grada y el equipo españolista perdió la sintonía con la propuesta del primer tiempo.
En los últimos el Espanyol perdió el norte y Alfa Semedo desquició al personal con pérdidas groseras. Los blanquiazules se fueron con un punto. Merecieron más durante muchos minutos, pero acabaron penando en la parte final.
WU LEI El delantero chino se manifestó como lo mejor en un Espanyol carente de gol ante el colista
GRANERO El gran partido del Pirata confirmó su recuperación tras varios meses de juego intermitente