Sánchez quiere reabrir el diálogo si gobierna tras el 28-A
El líder del PSOE sitúa el punto de partida en el texto pactado en Pedralbes
Pedro Sánchez insistirá en la vía del diálogo para resolver el conflicto catalán a partir del acuerdo de Pedralbes.
“Volveremos a los cuatro párrafos de Pedralbes, que son muy importantes”. Altas instancias del Ejecutivo afirman a La Vanguardia que, en caso de que Pedro Sánchez logre volver a gobernar tras las elecciones del próximo 28 de abril, su oferta de diálogo a Catalunya no partirá de cero. Este diálogo en busca de una solución política se reabriría sobre la base del documento que ambos gobiernos sellaron durante la cita que Sánchez y Quim Torra mantuvieron en el palacio de Pedralbes el 20 de diciembre del 2018.
En el Gobierno consideran que, ante la actual aceleración de los tiempos políticos, no se le dio la trascendencia que debería al “comunicado conjunto” difundido por los dos ejecutivos tras aquella cita de Pedralbes, en el que se expuso “la necesidad de iniciar un diálogo político efectivo”.
Casi lo ven como un paso de gigante, habida cuenta de los siete años previos de mandato de Mariano Rajoy en la Moncloa, que a su juicio estuvieron presididos por el inmovilismo y la confrontación absoluta con el Govern de la Generalitat, lo que sólo alejó e imposibilitó cualquier tipo de solución política.
“No hay que olvidar de dónde veníamos: lo que había antes del documento de Pedralbes era el 155”, afirman en el Gobierno. Y Sánchez sabe bien lo que significó esa aplicación por vez primera de este artículo de la Constitución de 1978, porque él mismo negoció y respaldó dicha iniciativa tras considerarse vulnerado el orden constitucional en Catalunya durante la aceleración de los acontecimientos del 2017, con un referéndum calificado de ilegal, las leyes de desconexión aprobadas por el Parlament y hasta una fugaz declaración unilateral de independencia.
Cabe recordar que los cuatro párrafos que el Gobierno del PSOE quiere mantener como base para reabrir el diálogo en el futuro, si Sánchez logra seguir en la Moncloa, reconocen en primer lugar “la existencia de un conflicto sobre el futuro de Catalunya”.
También la “apuesta por un diálogo efectivo que vehicule una propuesta política que cuente con un amplio apoyo en la sociedad catalana”. El documento de Pedralbes estableció que “deben seguir potenciándose los espacios de diálogo que permitan atender las necesidades de la sociedad y avanzar en una respuesta democrática a las demandas de la ciudadanía de Catalunya, en el marco de la seguridad jurídica”.
Y, por último, que esta vía de diálogo “requerirá del esfuerzo de todas las instituciones, de los
“No hay que olvidar de dónde veníamos: lo que había antes de Pedralbes era el 155”, avisan en el Ejecutivo
actores políticos y de la ciudadanía”. Nada más, pero a juicio del Gobierno central, tampoco nada menos que eso.
El propio Sánchez, que hoy regresa a Barcelona para asistir a la inauguración del Mobile World Congress que presidirá Felipe VI, repite que “nunca” renunciará al diálogo sobre Catalunya, siempre dentro de la ley y de la Constitución, mientras critica que el PP, Ciudadanos y Vox apuesten por “un 155 perpetuo” como simple “arma electoral”.
Y esta alternativa sobre el futuro inmediato de Catalunya es otra de las cuestiones que a su juicio se habrán de dirimir en las urnas el próximo 28-A. Con Sánchez de nuevo en la Moncloa, por tanto, se reabriría el diálogo político sobre Catalunya; mientras que con el PP, Cs y Vox la perspectiva según Sánchez sería otro 155, pero más duro. Además, según alerta, si no se contara con el acuerdo del PSOE, se podría romper “uno de los principales consensos constitucionales y las costuras de la España autonómica”.