Metamorfosis verde
El plan reabre la disputa entre fabricantes y concesionarios
El Ministerio de Industria prevé inyectar durante los próximos seis años un total de 2.685 millones de euros en concepto de ayudas al sector del automóvil para facilitar la transición hacia el vehículo eléctrico y el abandono progresivo del motor de combustión.
El Ministerio de Industria propone un plan de ayudas al sector de la automoción por importe de 2.686 millones de euros hasta el 2025 para facilitar una transición ordenada hacia el coche eléctrico y para captar alguno de los nuevos modelos que las multinacionales tienen previsto asignar en los próximos 18 meses y que podrían suponer entre 3.000 y 4.000 millones de euros.
Las ayudas forman parte de un acuerdo estratégico global, que el Gobierno desea firmar el próximo jueves con patronales y sindicatos, pero que ha sido acogido de forma muy distinta por los fabricantes de Anfac y por los concesionarios de Faconauto.
Se reabre así la guerra que de forma latente se mantiene desde el 2011, con unos concesionarios reclamando unas relaciones más estables con los fabricantes, que a su vez intentan recortar sus costes de distribución. El motivo es que se prevé la creación de un grupo de trabajo “para la revisión del marco de comercialización y distribución de automóviles”, según consta en el borrador remitido a las partes. El argumento es que se necesita un “marco jurídico estable” con objeto de “fortalecer las inversiones necesarias para la transición ecológica y digital, así como para dar una respuesta eficiente a los nuevos canales de comercialización, como la venta online y el car-sharing”. “Las marcas están reduciendo sus redes, en muchos casos sin tener en cuenta si las inversiones de los distribuidores están amortizadas. Y también nos impiden vender las instalaciones con marca incluida a quien hace la mejor oferta. Son ellas las que imponen el comprador”, se quejaron fuentes del sector de la distribución.
“En el momento de transformación actual, la distribución debe ir de la mano de los fabricantes, pero dentro de un marco regulatoria que nos proteja como empresarios de la distribución”, añaden. Portavoces de Anfac rechazaron ayer hacer comentarios sobre la propuesta del Gobierno, y señalaron que todavía se está analizando.
En cualquier caso, el texto impulsado por el secretario general de Industria, Raúl Blanco, constituye el primer programa integral para la competitividad de un sector que aporta 1,8 millones de empleos entre directos e indirectos, tiene comprometidas inversiones por 10.000 millones y es el primer exportador, con una contribución positiva de 9.000 millones a la balanza comercial española. Con 17 fábricas, España es un actor internacional relevante, aunque el último año retrocedió un puesto –hasta la posición número 9– en el ranking mundial de fabricantes. De los 2.686 millones en ayudas y subvenciones previstas, 582 millones se concretarían en el 2019 y el 2020.
La mayor parte de las mismas –1.739 millones hasta el 2025– se destinaría a incentivar las ventas de los vehículos eléctricos y de otras energías alternativas, que en la actualidad tienen un sobreprecio de aproximadamente un 30% respecto a los motores de combustión, y a extender una red de recarga.
El segundo pilar del plan es de índole laboral, con el mantenimiento de la fórmula del contrato relevo, que permite la jubilación parcial de un trabajador y la contratación también a tiempo parcial de un joven. Se calcula que esto tendrá un coste para la Seguridad Social de 422 millones hasta el 2025. En el capítulo de la innovación, se prevén ayudas de unos 525 millones de euros (parcialmente reembolsables, según el borrador) para proyectos de I+D+i e innovación tecnológica.
Otro de los compromisos que asumiría el Gobierno sería el despliegue efectivo de la formación profesional dual.
El programa incluye incentivos para el coche eléctrico, el contrato relevo y proyectos de I+D+i