Temor a que la cumbre de Hanói acabe en otra declaración vaga
La reunión entre Donald Trump y Kim Jong Un en Vietnam puede acabar de cualquier manera, o de varias maneras posibles: un acuerdo de desarme total o parcial, una ruptura radical de las negociaciones, una nueva declaración de intenciones que postergue cualquier acuerdo, o nada de todo esto...
El punto de vista de Vipin Narang, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), resume las impresiones de expertos y diplomáticos consultados por Afp: según él, Trump y Kim tienen muchas ganas de encontrarse, “pero importa poco el contenido del trabajo preparatorio que se ha estado haciendo”. Es decir, que todo depende de una cuestión personal entre los dos.
De hecho, los responsables estadounidenses no esperan otra cosa que “progresos concretos” hacia la desnuclearización de Corea del Norte, pero en absoluto un acuerdo final, al que no se pone fecha. Lo que temen es que la cita de Hanoi repita lo sucedido en Singapur, donde Trump anunció a bombo y platillo un acuerdo que en realidad no existía, simplemente porque Kim Jong Un declaró estar dispuesto a “una desnuclearización completa de la península coreana” pero sin calendario alguno. Ni detalles...
La analista surcoreana Jung Pak, que trabajó para la CIA y ahora lo hace para la Brookings Institution, cree que “otra declaración de intenciones vaga, con muy pocos compromisos concretos, sería un fracaso”. Al menos desde la perspectiva estadounidense porque, como señala Vipin Narang, “ese sería el mejor resultado para los norcoreanos”, que seguirían ganando tiempo sin ceder en nada. Peor aún: “Trump podría reivindicar que ha llegado a acuerdos verbales”, pero ambas partes se perderían en las negociaciones subsiguientes.
En esas condiciones, los halcones norteamericanos como el asesor presidencial de seguridad John Bolton podrían cobrar ventaja y lanzarse a provocar una situación explosiva como la del 2017, en la que unos y otros probaban misiles todas las semanas (por lo general unos los miércoles o jueves y otros, el fin de semana).
El panorama catastrófico que se contempla en medios políticos y diplomáticos estadounidenses es el siguiente, a decir de Abraham Denmark, del Wilson Center: que Trump declare oficialmente el fin de la guerra con Corea del Norte sin obtener nada concreto a cambio. O, lo peor para Corea del Sur: que Trump se asegure la eliminación de los misiles que pudieran llegar a territorio de EE.UU. y se olvide de los que amenazan a los surcoreanos.
Seúl recela de que Trump sólo negocie la eliminación de misiles que pueden alcanzar territorio de EE.UU.