Batet defiende que la solución a la crisis catalana está en la Constitución
La estrategia de diálogo con la Generalitat que Pedro Sánchez puso en marcha nada más llegar a la Moncloa hace ocho meses ha tenido en Meritxell Batet, ministra de Política Territorial, uno de sus principales actores. Batet ha estado, y sigue, detrás de muchas reuniones bilaterales entre las dos administraciones para, en no pocas ocasiones, abordar cuestiones alejadas del conflicto por el proceso independentista pero que son vitales para el día a día de los catalanes. Esa contrastada defensa del diálogo político es lo que Batet desplegó ayer en su intervención en el foro Barcelona Tribuna, auspiciado por la Societat Econòmica Barcelonesa d’Amics del País, la Asociación Española de Directivos y La Vanguardia.
Ante una nutrida representación de la sociedad civil y económica de Catalunya, Batet se alejó de diagnósticos tremendistas, tan al uso en estos tiempos subyugados por las redes sociales y los platós de televisión, y defendió que el actual sistema constitucional y el Estatut d’Autonomia ofrecen “márgenes y mecanismos suficientes” para solucionar la crisis territorial española, con Catalunya como principal jaqueca.
“Una crisis política como la catalana sólo se soluciona con política”, sostuvo la ministra. Pero no un diálogo vacío de contenido y orden. Para Batet, hay tres condiciones básicas para sentarse a dialogar con el que no piensa como tú (en este caso el Ejecutivo de Quim Torra). Primero, “respeto al otro y reconocimiento de su legitimidad”; segundo, respeto a las reglas del juego y al marco legal; y tercero, una voluntad real de construir un acuerdo y los consensos.
Federalista activa y convencida, señaló que, en estos momentos, más importante que el diálogo entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat es, si cabe, que los partidos catalanes, todos sin excepción, se sienten en una mesa para exponer sus propuestas y hagan “sus aportaciones de una forma abierta”. Eso sí, desde una posición realista y la asunción de que la solución de consenso “no es mágica ni será rápida”.
Así, la dirigente del PSC negó que el referéndum pueda ayudar, más bien al contrario, tal como ha sucedido en el Reino Unido con el Brexit. “Lo que hace el referéndum es lo contrario, profundizar la fractura social y la división. (...). Ya sabemos el resultado, porque ha habido dos consultas ilegales y las elecciones autonómicas. Ya nos hemos contado mucho”, dijo, y señaló que antes de cualquier votación debe haber un “acuerdo político”.
Dicho esto, Batet cumplió estrictamente con el guion socialista
La ministra destaca que las reuniones sectoriales con el Govern continúan pese al desencuentro
de cara a las elecciones del 28-A, en las que Sánchez necesita que no se pueda formar una mayoría alternativa de gobierno sumando a PP, Ciudadanos y Vox.
Primero, vindicó la “agenda de normalidad” de Sánchez con la Generalitat para deshacer “tensiones” y que, a su juicio, muestra un “posible marco de acuerdo”. Después, destacó la política social y económica del Ejecutivo socialista en sus ocho meses de vida, con medidas como dos planes de empleo, la subida del salario mínimo, de los salarios de los funcionarios, el aumento de las pensiones mínimas... “Nuestro modelo es el de una socialdemocracia clásica, crecer para redistribuir”, afirmó.
No faltaron en su intervención las embestidas contra la “coalición” que formarían PP, Cs y Vox, partidos que “miran a momentos previos” al pacto constitucional de 1978. Razón por la cual calificó los comicios generales de abril como un elección entre una España “moderna y de progreso”, que es la que representaría la candidatura de Sánchez, y una España retrógrada y “recentralizadora”.
“El 28-A está en juego el modelo de país que queremos: si queremos ir hacia adelante con el PSOE o hacia atrás con las tres derechas; si queremos un país que haga de nuevo un salto de modernidad u otro modelo de país que nos sitúa en el blanco y negro”, concluyó.
VEA LA NOTICIA Y LAS IMÁGENES DE BATET EN BARCELONA TRIBUNA EN: https://bit.ly/2NrjlbI