Cuixart y Forcadell cierran las declaraciones de los acusados del 1-O
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell son los dos últimos acusados por declarar en el juicio del procés que se celebra en el Tribunal Supremo. Una vez finalicen sus interrogatorios arrancarán las testificales con la plana mayor política al inicio.
Entre los testigos que se escucharán en esta tercera semana del juicio figuran el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, responsable de la aplicación del artículo 155 en la Generalitat, y sus personas de confianza Soraya Sáenz de Santamaría, Cristóbal Montoro y Juan Ignacio Zoido. Entre los citados también se encuentra el presidente del Parlament Roger Torrent, que ha pedido a la sala aplazar su interrogatorio porque tiene pleno en la Cámara catalana.
Está previsto que los testigos declaren entre mañana y el jueves, una vez que acaben los interrogatorios de Cuixart y Forcadell. Sus declaraciones, que arrancan hoy, irán previsiblemente en la misma línea de lo que dijeron ante el juez de instrucción Pablo Llarena.
Ambos ya defendieron entonces que tanto el referéndum del 1 de octubre como la declaración unilateral de independencia fueron actos meramente políticos, “simbólicos”. En su declaración ante Llarena, Cuixart explicó que el objetivo del 1-O no era proclamar la independencia de Catalunya, sino forzar al Gobierno español a que convocara un referéndum legal.
“No va a haber un referéndum que no sea convocado por España, a tenor de cómo ha reaccionado el Estado, con esa virulencia, o de que nosotros estemos en prisión”, sostuvo Cuixart durante el interrogatorio que él solicitó voluntariamente para intentar conseguir su libertad en enero del 2018 y que publicó La Vanguardia.
Ayer, en un comunicado leído por su vicepresidente Marcel Mauri, Òmnium Cultural pidió al Estado que “rectifique” y reclamó la “absolución de todos los presos y exiliados”, así como el establecimiento de una negociación política para conseguir resolver el conflicto catalán.
Tanto Cuixart como Forcadell se encuentran en prisión preventiva. El primero está desde octubre del 2017, y la segunda, desde marzo del 2018, tras comunicarle el auto de procesamiento. Ambos están acusados por un delito de rebelión. La Fiscalía reclama para ambos 17 años de prisión.
La última acusada en ser interrogada será la expresidenta del Parlament y de la ANC. Se la acusa de permitir la votación de una serie de leyes encaminadas a declarar la independencia de Catalunya a sabiendas de que eran ilegales y “contraviniendo el mandato del Tribunal Constitucional”. Forcadell siempre ha defendido que como presidenta de la Mesa del Parlament no podía evitar que se llevara a votación cualquier ley porque lo contrario sería atacar el sistema democrático.
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