El Govern celebra el interés de Sánchez por volver al diálogo pero pide concreción
La Generalitat también confía en poder reabrir la negociación tras las elecciones
El Govern celebra que Pedro Sánchez quiera recuperar el diálogo con la Generalitat si sigue en la Moncloa después de las elecciones generales que él mismo ha avanzado para el 28-A y que se plantee hacerlo, como publicaba ayer La Vanguardia, a partir del documento acordado en la reunión de Pedralbes del pasado 20 de diciembre. “Que dé por bueno el documento de Pedralbes es estupendo, pero la cuestión es cómo piensa hacerlo evolucionar”, valoró la consellera de Presidència, Elsa Artadi, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, que esta semana se ha avanzado un día para que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pueda asistir hoy a la sesión del juicio del 1-O en Madrid.
Lo que piden los representantes de la Generalitat al presidente del Gobierno español es que concrete “qué piensa hacer si tiene cuatro años por delante”, a poder ser sin la presión de los barones del PSOE y con un escenario político en Catalunya no condicionado por la situación judicial. “Una cosa es lo que dice, pero que luego no practica”, le reprochó la portavoz del Govern, que, de todos modos, reconoció que en el actual contexto electoral será difícil que “pueda aportar demasiadas concreciones”, después de haber sido él mismo el que había roto la baraja del diálogo con Catalunya. “Estaremos atentos a lo que puede haber”, precisó Artadi, que, en todo caso, derivó la eventual continuidad del diálogo al escenario que quede configurado en la próxima legislatura.
La decisión de Sánchez de dar al traste con unas conversaciones que, a través de los contactos con la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, en principio parecían bien encaminadas se la recriminó directamente el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, que le recordó que “si quiere volver al diálogo, bienvenido sea, porque nosotros aún estamos sentados en la mesa”. El también conseller de Economia aprovechó, además, para puntualizar que el documento acordado en la reunión de Pedralbes “no decía que la Constitución era el límite del debate”, sino que hablaba estrictamente de “seguridad jurídica”, y remarcar que, sea como sea, “nosotros en ningún caso renunciaremos a nuestras convicciones”, que es “resolver el problema político de fondo” y que “los catalanes puedan decidir su futuro”.
Aragonès y Artadi, que coincidieron en la rueda de prensa del Govern con motivo de la explicación de los presupuestos de la Generalitat del 2019 previa al debate que mañana se desarrollará en el Parlament, han sido los principales interlocutores de la parte catalana en el diálogo que durante todo este tiempo se ha mantenido con el Gobierno español y su deseo es también que después del 28-A se pueda retomar, pero con Sánchez con una mayoría más sólida de la que tiene ahora que le permita imponerse a
la presión interna del PSOE, que es a lo que el Govern atribuye la ruptura de las conversaciones. “El relator o el rechazo a los presupuestos generales del Estado no fueron más que la excusa”, lamentan fuentes de la Generalitat, que confían en que salga de las urnas una nueva correlación de fuerzas que permita no sólo recuperar el diálogo, sino que avance con mayor solvencia.